martes, 3 de enero de 2012

Reincidencia.

Él era muro, ella conducía con los ojos vendados.  Tras el choque despertaba a kilómetros de su abrazo, sobresaltada. Una noche en vela que la recibía sin compañía alguna.  Más café y otra cucharada de azúcar rebosando culpabilidad.  Y otro día que parecía nunca terminar.  Más...

Arcoíris

Una mosca golpea contra el ventanal, una y otra vez, como presa de una suerte de absurda y destructiva ceremonia. El vidrio ni se inmuta, la deja deshacerse en el intento de perforar su muro transparente; la mira y no encuentra ninguna respuesta lógica frente a su incuestionable meticulosidad a la hora...

Te sueño, te lloro y te espero

Como un verso que sueña con ser comprendido, te sueño. Como un libro que permanece abierto para ser leído, te espero, Como una nube enferma que estornuda con fuerza, te lloro. Y es tan cierto decirte que te sueño, que te lloro, que te espero. Como una almohada que sueña con ser nube, te...

Cita con el recuerdo.

Mira por la ventana sin saber que el que está lejos es él. Hoy es el día de su cumpleaños y solo puede acordarse de lo que no tiene. Repasa fracasos y dibuja en las nubes las apuestas perdidas; como si pudiera soplarlas y apagarlas en el horizonte. Ni velas ya le quedan. Entre las páginas del libro...

Uno

Uno va con el corazón en la mano. Así, como si no doliera habérselo quitado a Una. Lo deja en un mostrador, en donde lo examinan, lo miden y lo etiquetan. Finalmente ellos dicen una cifra, y Uno tiene vergüenza de mirarlos a los ojos cuando acepta. Los billetes en el bolsillo, y la sensación de...


Ama matar a la rata mamá.

Uno de desaires

¡O! No amo tus desaires, o la luna, o no amarte. 
Sé trama o no, anúlalo, sería sed su toma o no.


Nadia L. Orozco

Flores para el alma

Errante incompleta, sin destino ni lugar al cual llamar mío.
Marqué con una cruz donde enterré mi alma.
El cuerpo aveces le lleva flores a aquel lugar.


Ana R.


Año viejo - Año nuevo

El fin de un año… los propósitos, las uvas, la fiesta, los gritos, la cena, las campanas, la emoción de cambiar de año con la ilusión de nuevas oportunidades y nuevas aventuras. Las doce campanadas comienzan marcando sin piedad el final de una etapa, y sin más, ya estamos en otra época. Mi fascinación...

Solecito argentino



Ana R.

México

Mi puto país,
con su puta justicia,
se fue a la mierda.

Nadia L. Orozco

Tilcara

Tilcara, Jujuy, Argentina, 2011.


Nadia L. Orozco

Homofobia: ¿qué tanto es tantito?

Tu verdad no; la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela. Antonio Machado Hace poco participé de una de esas típicas discusiones en las que se hacen malabares con dos principios fundamentales a toda democracia: la libertad de expresión y la no discriminación. El tema en particular...

Un sueño

Ya pardeaba la tarde y la oscuridad nos seguía. Nos bañaba una ligera llovizna: supimos entonces que las nubes suspiraban. Caminamos una de esas calles tristes que se saben tristes porque nadie sabe cómo se llaman. Veía tu carita en los charcos y tus ojos que brillaban. Tenía tu manita tomada de la...

Descarada.

Gris

Se ve gris, pero no es gris. Es una apariencia bien guardada entre dos tonalidades diametrales. Es una tregua eterna entre el negro y el blanco. Pero más importante: un punto medio. El gris representa el momento en el que la moneda está realizando acrobacias aéreas (así como los chinos). Se apoya en...

El hombre estaba viviendo.

Estaba el hombre sin saber qué escribir, sentado en algún lugar aún sin imaginar en su mente. Estaba el hombre sin poder caminar, sin hablar, sin mirar, y sin ganas de escuchar a nadie. Estaban sus manos sujetas, a lo que estaba creando, era su vida lo que estaba escribiendo. Estaba sentado,...

Ya no hay retorno

Todo comenzó al tropezar con esos ojos. Y el tiempo se detuvo, las ganas van lamiéndole las manos y los murmullos  nacen en sonidos sordos, a veces creo que son colores disfrazados de voz y viento.  Y la voz tiene un extaño  color; color que emerge desde las entrañas, llenando el espacio...

Samanea Saman

El árbol me dijo, que el truco para desordenar el tiempo es hacer que los segundos se tropiecen entre ellos. Suponiendo que un segundo es la mínima unidad de tiempo domesticada por la muchedumbre ciega de ciencia exacta, en mi mente pude dibujar los dientes necesarios para masticar aquella idea. Hace...

La luna bailaba conmigo

En mi adolecencia hubo un periodo que me hizo olvidar muchos recuerdos, la mayoría de mi infancia; sin embargo hubo algo que quedó muy presente: La luna solía bailar conmigo. Nací y viví mi infancia en un pueblo pequeño, el cual no contaba con servicios de agua potable, ni luz. Así que ni pensar...

El tío Pepe.

Tenía yo cerca de 17 años cuando conocí al tío Pepe. De esos tíos que al verte mencionan que estabas uuuy, así de chiquita cuando te vi. No recuerdo haberlo visto jamás en mi vida. Era primo de mi abuelo paterno, de esos de por sí ya lejanos. Hombre muy agradable, ciertamente. Un día, mis padres,...

Detrás de una ventana

   Lo mío nunca fue mirar detrás de las ventanas. Desafiar las líneas que delimitan mi mirada. Desafiar las cortinas que heredé del abuelo del abuelo de René o de Francisco o quizás de sus hermanas. Y sin embargo aquí estoy. Mirando la ventana. O mejor dicho detrás de ella, sin ver nada.  ...

Sé verla. Esa. Él. Léase al revés.

Ana fulana, anal, ufana.

¿Ata malabares o será bala? ¡Mata!

A tu puta casa. ¡Saca tu puta!

Julio Muñoz 

Silenciosa piel

Buscándome lejos
culpando a tus ojos.
Soledad ciega.

Montaña clara
arrastras tus árboles
a su sueño azul.

Ojos de papel
tus lágrimas arena.
Pétalos secos.

Silenciosa piel
nos conviertes en dolor
todo deseo.

Julio Muñoz 

Encerrado en tu recuerdo


Julio Muñoz 

Ella es azul



Julio Muñoz 

La soledad es un monstruo

Ana se levantó, como cada día el reloj no había despertado, siempre con un golpe de muñeca apagaba el botón de la alarma, ese tiempo ganado era solo para ella.  Elegante se tapaba en una bata roja de satén, no caminaba, bailaba sobre el suelo de la habitación, casi levitando se dirigía...

Soy él

Soy el elefante que miras, lento mientras me imagino volando sobre el polvo del desierto. Soy el elefante quieto, que bebe recuerdos en la laguna del tiempo. Soy el elefante moribundo, callado, que acaricia al viento y que recuerda las siluetas que su propia...