martes, 3 de enero de 2012

Año viejo - Año nuevo

El fin de un año… los propósitos, las uvas, la fiesta, los gritos, la cena, las campanas, la emoción de cambiar de año con la ilusión de nuevas oportunidades y nuevas aventuras. Las doce campanadas comienzan marcando sin piedad el final de una etapa, y sin más, ya estamos en otra época.

Mi fascinación de festejar el final y el inicio radica en el contraste; la euforia de la noche que termina y la serenidad de la mañana que inicia se confrontan.

El inicio de un año… recorro la ciudad y no hay rastro de esa noche loca, las calles que ayer parecían otras, hoy están calladas, sin transitar, muertas.

Cada día el año va tomando su ritmo, va tomando velocidad y nosotros vamos envolviéndonos en su cadencia hipnótica… y de pronto, en un suspiro, llega el fin del ya no tan nuevo año.



Ana R.



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