De la noche una escala hacia abajo,
un descenso a la tierra para sumergirme en los ríos eternos.
Y dejar que se encargue la corriente y me arrastre.
No seré amanecer en mañana,
porque en la luna me quedo y le vivo a mi amor eterno y profundo,
que se lleva las noches tan lejos de mis dedos.
No seré marea de las noches desnudas de luna,
porque me habré transformado en río
que lleva y maneja su propio camino.
No seré tiempo porque del tiempo me deslindo,
solo dejo en sus dedos
mis vidas pasadas, mis tiempos presentes
y mis ríos de plata de los que fue dueño de mis sueños concebidos.
No seré noche ni mañana, ni siquiera madrugada
no seré tarde callada
ni otoños revueltos de hojarasca
no seré inviernos de frío,
solo río...
No seré sueños de vidas pasadas,
de las pieles que se quedan en almohadas.
no seré canto ni suspiro,
ni siquiera lluvia o gotas calladas, solo seré río.
No seré sol ni nube ni rostro,
ni siquiera cielo de estrellas escarchadas,
seré río que avanza y se marcha.
Seré pasajera de mi propio camino.
No seré poemas ni siquiera palabras,
no seré tacto, ni siquiera suspiro.
No seré dedos que escriben de magia
seré río una pasajera más en su camino.
No seré pájaro que vuela, ni siquiera alas que sueñan.
No seré árbol que crece a la sombra,
Yo seré río, pasajera de su cause y camino.
No seré cuaderno ni pluma
ni siquiera la prosa que acompaña las letras acomodadas
seré río que fluye,
como una pasajera más de su destino.
No seré poesía, he perdido su piel en el camino
seré río que asemeja y se adapta
a su cause y destino.
No seré beso, pasión o dulzura.
No seré más tus risas en las noches duras
seré río que se pierde
y se guarda la luna en su vientre mientras duerme.
No seré libro que cuenta su historia
ni la música que guarda más mi memoria
seré río en luna que se esconde
en el fondo más profundo de su abismo.
No seré los siempre, tampoco los nunca
ni lo eterno que guarda la memoria
solo río, lluvia que se pierde en la luna
y se evapora en suspiro que se esconde.
No seré las manos ni los pies ni la memoria,
tampoco los ojos, ni el tacto ni la boca
seré agua que viaja por todos los rincones y se marcha.
Seré lo que no seré solo eso,
el yo se guarda en su alterno y se convierte...
Desaparece y se pierde.
seré luna oyente en el río que se marcha sin despedirse.
Nunca más reflector de unas manos que curan, que sanan heridas.
de unas letras que abrazan
de una voz que desnudan palabras.
De una piel que platica de almas.
Nunca más unos ojos que miran y esperan
nunca más estos labios que le guarden palabras
ni unas manos que se queden abiertas.
Solo puños dormidos, una mente ausente
y un alma atrapada, con la boca cerrada.
No seré más luna, habré perdido las alas...
No seré más luna, me habré marchado sin nada.
Silvia Carbonell L.