martes, 25 de septiembre de 2012

Letras y un adiós

Letras, letras y más letras Letras, letras y más  letras. Mi vida ha sido una tumba de palabras que gritan sin decir nada pero aquí sigo yo, buscando el significado. Cada noche me calzo mis zapatillas y bailo en puntillas sobre la hoja en blanco, intentando describir con movimientos sutiles...

Se derrama

      Es complicado intentar abrirle el corazón a las palabras. Se agrava cuando hay ojos asechantes, con modos de rapiña. Espejismo de montaña en el vacío. Es complicado abrirle el corazón a casi cualquier cosa, porque todos tenemos tendecia...

Al sentir el sol de primavera


Solía sentarme ahí esa primavera, esperando tu llegada al atardecer.
Mientras esperaba, sentía el sol en mis manos, los olores de la tarde.
Olores de primavera que aún me recuerdan a ti.

La conocí un verano en uno de esos lugares donde se fuma y se toma en exceso

La conocí un verano en uno de esos lugares donde se fuma y se toma en exceso… y que en ocasiones también sirven para bailar y conseguir sexo. Esa noche yo vestía unos jeans azules y una camisa negra ligeramente abierta del pecho, y estaba listo para matar… para matar el alcohol, que estaba acabando...

Vértigo

Que camine descalza por la orilla del tiempo, que amanezca sobre una piel húmeda de brisa, que muerda al sol, intentando uno nuevo. Que el aire se detenga en la espiral de tu ombligo, que incendie el mar de mi cuerpo por un instante, aquí y ahora. Que nacer solo sea una pausa llena de segundos viejos,  que...

Decálogo del gato de escritor

1- Tener el sol en los ojos, el verano en el pelaje y el amor en la lengua. 2- Decir muchos verbos en cada maullido; el escritor escucha sugerencias. 3- Quebrar un objeto de vidrio al menos una vez cada dos cuentos (ayuda a la cosecha del drama) 4- Arañar la telita trasera del mueble de la sala,...

Qué hay

¿Qué hay de ti que no te encuentro? ¿Qué hay de nosotros que no nos sabemos? ¿Qué  hay de este  infierno que se enfría? ¿Qué hay de ese cielo que se quema? ¿Qué hay de los besos que no se repiten? ¿Qué hay de esta angustia que no es angustia? ¿Qué hay de los sueños que nos prometimos? ¿Qué...

El último verano

¿Recuerdas nuestro último verano? Fue el primero, también. Recuerdo que comimos un helado y nos sentamos. Hacía fresco esa noche a un costado del camino, y debajo de los árboles mirábamos las luces de la ciudad, que poco a poco se encendían. ¿Recuerdas de qué hablamos? Yo tampoco. Sólo acude a mi mente...

Verano

Hagamos algo como para sentir; un breve toque en el ser: diáfano y lejano; cuyo sentimiento, se prolongue en sí mismo. Que jale del hilo que une tu alma con la mía, tan estruendoso como el silencio de un beso y tan callado como la explosión de tu piel. Que sucumba el infierno bajo mis pies, que arda...

El instante de sucumbir ha llegado.

He olvidado arrancarme las ganas de tachar los nombres de los sin nombre, de despedazar sus cuerpos, de incinerar sus mentes, de torturar sus sobras, tragármelas y vomitar a este ser que somos. He olvidado a los insulsos que me habitan, a los desquiciados, a los egoístas, a los malditos intelectuales,...

Color atardecer





Ana R.

Treinta y tantos otoños.

Hoy se sienta, altiva, en el mismo banco en el que tartamudeaba con 15 años. Mira de frente a su niñez, al recuerdo de sus muñecas en la estantería, y ríe con una risa que es crujido. En septiembre siempre celebra su año nuevo. Han recorrido vendavales sus venas, y ha sido tormenta cada octubre...

Hay algo de otoño en el adiós.

El adiós, esa estación de lo que parte. Aparte. El adiós es quien se queda, se queda en ese movimiento pendular e inverso que marca el ahora en que nos desprendemos, un marca-libros que recuerda la ausencia de la hoja, de lo extinguido entre las llamas del recordar. El paisaje y sus fauces celestiales...

Las cuatro estaciones del otoño

Ya es tarde para quejarse, no hay nada más qué hacer. Me han hecho aparte y no consigo retomar mi ser. Estoy tatuado de por vida, si así lo quieren ver. Hoy vengo a disfrutar este atardecer. Y aunque no lo crean, mis hermanos parecían enloquecer. No entienden...

Al caer

Abrió los ojos de un crujido y se encontró con su niña interior rompiendo todas las hojas en blanco. Aún transitando entre su estado hipnagógico, las boronas de sueño sobre los párpados se confundían entre los sinuosos retazos de papel ante el despertar. Entre sueños vio a sus recuerdos, queriendo...

in-vierno

estornudo a varios sentimientos bajo cero
(oh, the winter, the winter)
se me caen las hojas secas
como huyendo

me alegra el ave
que se posasobremisramasdesnudas
el viento sonríe en sus esquinas
anuncia
-con un susurro breve-
que el sol viene

adiós, invierno.

Invierno

Cayó el invierno en tus ojos y entonces se llenó la calle de los recuerdos de un frío que congeló la última  imagen de un suspiro aún latente, aún caliente en el pecho. Era tu beso, el último que recuerdo. El que se abrazó a la vida negándose a soltarla. El...

Dicen que soy invierno

Dicen que soy invierno, dicen que duelo. Juran que soy tan fría que ya no siento. Piensan que no me atrevo a latir a fuego. Creen que mi tormenta te apaga el cielo. Nunca me ven el llanto cuando lo lluevo. Nadie quita la nieve de mis recuerdos. Yo que busco...

Neva

Neva Yo sé, no renaces, sea,   ya lo evade, lo supe. Será, musa allá va, la caletre nieve. La cité, no falle aroma, eco no callar, ámala. Neva, ya di nevar, allá hay reno, polos. Raro llama amor, ahora mal se asoma. Frío seré. No renaces de...

Mirándote en el espejo, invierno

 Entonces veo a mis ojos, mirándome en silencio:           el   en el espejo   yo soy     invierno   en el espejo   tú eres           es   en el espejo   él es    ...

Un cadáver muerto de frío

De lo poco que queda rescato las cenizas. Porque las cenizas son invierno, y el invierno siempre se queda. Cenizas que son paisajes grises llenos de risas en forma de eco, un eco frío llamado invierno. Sé de mis ramas secas y mis tormentas, pero poco sé del calor del fuego,...