Profesamos bajo el altar de la fierecilla
Creo que los sueños se entretejen en
las sombras.
Mientras rayábamos olvidos en los mugrientos baños del recuerdo.
Mientras rayábamos olvidos en los mugrientos baños del recuerdo.
Y van cayendo por su peso esas
palabras.
Aquel día yo estaba en el parque, alimentando a los niños del maíz
y a los pterodáctilos... mientras pensaba en ti.
Porque seguimos dentro de un mismo
vientre que nos contiene.
Todo fue otra Victoria derrotada, un filme porno de los años 20
rodado para nuestras omisiones
Andamos resguardados pero sentimos el
vacío.
Porque ya nadie quiere poetas en el abismo.
Porque ya nadie quiere poetas en el abismo.
Habría que empezar a sentir la vida de
ojos para dentro.
Medidas estándares del vacío
Como una alegoría caduca de la
felicidad.
Te tengo en un altar budista (con inciensos y todo) y sobre él
reside también la nada,
Me queda eso, o recorrerte el cuerpo
con los labios.
En un tránsito de vacíos.
Para volver al filo de lo que fuimos.
Sombras que catalizan caramelos
Hiriendo con sus punzantes esquinas de
luz.
Recuerdo cuando siempre te rogaba que leyéramos un pasaje del
Libro de Arena, desnudos, y me mandabas al diablo.
Porque así como nos protegen, nos
lastiman.
Quizás nunca te lo pedí, pero lo quería.
Vamos a vivirnos dentro. Para aprender
a descifrar el secreto de la vida.
Quizás se lo pedí a tu sombra, a tu estantigua de arena.
Quizás se lo pedí a tu sombra, a tu estantigua de arena.
Larry Cumstock - @GregorioLywer
Claudia Yenisey - @Cy___