Si de verdad estuvieras aquí
no habría noches tristes aunque fueran en vela.
Tendríamos colores y dulces y también primaveras.
Llenaría nuestros rizos de listones y flores
y tendríamos risas y pecas.
Contaría tus pasos, tus sonrisas y tropiezos
y nunca, nunca te dejaría partir.
Nadia L. Orozco
Hermoso.
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