Es esta arena el mar que yace,
seco bajo mis pies salinos,
que impregnan sus huellas, en estampida
hacia ti, hacia nosotros.
Es esta arena el desierto,
húmedo sobre mi piel, y su escozor,
tibio de añoranza.
Es esta arena el viento,
ardoroso que va nublando la visión,
con recuerdos del tacto pasado.
Es esta arena el polvo que somos,
es la ceniza que seremos, de nuevo.
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