Le dije que no lo quería. Que ya no era su niña, que debía dejarme ir.
Que había entendido lo poco hombre que era y lo mal padre en que se había convertido con los años.
Lo hice llorar, me hizo llorar, nos hicimos llorar.
Me abrazo, se disculpo, pero no me anime a perdonarlo.
Me amaba pero ya yo no lo amaba como antes, se había convertido en la persona que siempre quise lejos de mi.
Se convirtió en un hombre amargo, con el paso de los años dejo de ser nada y solo era en un simple profesional vacío, siempre pensó mas en su trabajo que en cualquier otra cosa.
Nunca lo perdone. Nunca jamás se volvió disculpar.
Me odie por decirle las verdades en la cara pero lo ame por sentirse así conmigo.
Me marche esa noche, no lo volví a ver, a veces llamaba cuando sabia que la casa estaba sola y le hablaba de mi, le dejaba mi mejores deseos, ya no lo amaba.
A veces pienso que jamas lo quise, que el jamas me quiso.
Me amaba en las noches entre llanto, me extrañaba, yo solo lo recordaba, de vez en cuando.
Lo ame al final, recordandolo pero jamas tuve el coraje de decirselo, no después de aquella mañana.
Trabajó, se jubiló y cuando murió, dejo de extrañarme.
Ahora dejo mensajes cortos entre lagrimas a una maquina sin receptor y no logro perdonarme por no haberlo disculpado.
A. Cristina.
@_primeriza
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