En mi alma siento
el latido de mi pecho;
mis manos tiemblan
al oír tu nombre,
mi voz se apaga
al recordar tu historia.
El atardecer,
se vuelve más intenso.
Y la luna brilla,
como cada noche.
¡Aquí estoy de nuevo!
lamentando tu partida.
Sé que no fui lo que querías,
sé que te falle.
Ahora te imploró,
y te añoro,
porque eres parte de mi ser.
Tú, corres por mi sangre,
entre cada vena que me sustenta;
te pido perdón a ti,
a ti, que te debo la vida.
La noche llega,
mis ojos se humedecen;
mi mirada se aparta;
mi sonrisa ya no es la misma.
Sé que es tarde,
pero necesario.
Y sobre tu tumba,
te digo y te recalcó...
Simplemente
Madre, Te amo.
Bian.
Que hermoso, espero leer a mis hijos escribir así.
ResponderEliminarTe quiero mucho.
Eve.
Gracias, Eve.
ResponderEliminarTe estimo muchísimo, así como a tus letras.
Eres un amor, completamente.
Un beso.
Bian.