Te recuerdo y tiemblo, porque de ti recuerdo la piel, los gemidos y el silencio.
Recuerdo como tu cuello se estremecía cuando notaba mi cuerpo llegar, la respiración de tu tórax entre mis brazos, recuerdo tus ojos cerrarse y tu sonrisa brotar.
Te recuerdo lejos, dentro. Siento.
Recuerdo tus manos caminar sobre mi espalda, recuerdo tus labios cabalgar sobre mi garganta. El vaivén, las ganas y el deseo. Lo recuerdo todo como si fuese este momento.
Te recuerdo conmigo, nos recuerdo lejos.
Recuerdo tu forma de desnudarme y mirar dentro de cada latido, tus piernas desnudas y tus manos de fuego.
Te recuerdo lento, te recuerdo dentro.
Tu piel frotándose con la mía, tu lengua enredándose con mi saliva. Recuerdo nuestras miradas arder convirtiéndonos en brasas que quieren más, llegar más lejos, donde no hay recuerdos.
Te recuerdo ardiendo, te recuerdo. Siento.
Tu mano acariciando mi erección, tu sentidos invadiendo mi dolor. Recuerdo morir en tu boca. Recuerdo vivir en tus sombras.
Te recuerdo y tiemblo. Te recuerdo el tiempo.
Recuerdo el calor, las noches y el viento, recuerdo tu cuerpo temblar con cada movimiento. Una vez dentro te siento contra mi espalda mientras tu boca me desgarra el alma.
Te recuerdo dentro. Te recuerdo erecto.
Julio Muñoz
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