Tiene la mirada perdida en el horizonte de su espalda con los labios bordeando sus deseos bebe de ella, enredaba sus dedos entre las sábanas, únicos testigos de sus batallas ganadas.
Besándose, probándose la piel, húmeda sudorosa, viva... los murmullos se filtraban por las ventanas, apenas iluminados por mustias bocanadas de luz,
se miraban con descaro, sonrisas cómplices de miradas estrechas y promesas por cumplir.
Sus besos se estrellaban en la piel, derritiéndose sobre su cuello resbalando sobre sus senos, mordisqueando sus capullos de orquídeas, con los ojos entrecerrados bostezaban instantes que llovían deshilachados en frágiles movimientos desnudos de pudores.
Se palpaban provocando a la imaginación, tenían la noche desmayada sobre su piel que los envolvía de manera fulminante, atrapándolos en aquella madrugada lluviosa...
húmeda.
Ella lo invitaba a entrar en su cuerpo con la mirada caprichosa... divertida, con los labios desnudos de caricias, sonreía.
Se besaban, se bebían sus ansias como gotas de ríos recorriendo sus entrañas...
se agitaban encendidas mordiéndose la piel hambrientas, latigazos de serpientes furiosas.
Esas lenguas tenían vida.
Afuera las estrellas duermen dibujando siluetas de sueños sigilosos,
con la carne palpitando en sonidos, estallan en respiraciones y gemidos, sacudidos en trazos vibrantes, encendidos hasta los huesos con manantiales de lava ardiente, viviendo sobre sus deseos.
Desgarrando los pétalos de fruta madura, recorriendo a su gusto los sabores de su piel, deseándose, dibujan nuevos horizontes con las alas extendidas.
Cubriéndose de agua turbia y anhelos ella erguida lo mira y sonríe, la luz del alba ilumina su silueta, con la promesa de nuevas historias por vivir.
Alma E. Palma
Es la imaginación la que suspira el deseo entre dos cuerpos...
ResponderEliminarMe ha encantado y me ha llevado a ser parte de esa historia.
Un beso.
@BianDude