Nos hacen falta sueños que se puedan concretar, risas que contagien, abrazos que contengan de verdad, y miradas enamoradas. Buscamos bocas que besen tiernas, manos que acaricien con pasión, palabras que digan lo que sienten y corazones que sepan sentir lo que dicen.
Si usted es un príncipe que quiera dejar encantada a su princesa, tenga a bien presentarse a la brevedad en este cuento de hadas en donde los ogros ya hicieron demasiado daño, y las brujas malas nos hechizaron de tristeza, pero todavía nos queda un reino de esperanzas y ganas de brindarlo todo hasta al final.
Si usted es un príncipe que no tiene miedo de desenfundar la espada para protegernos y enfundarla para dejarse proteger, sepa que en este castillo hay princesas que no sólo sirven para brindar calor, sino que también saben ser de fuego; que no esperan ser rescatadas ni rescatarlo, pero sí se dejarían hacer realidad por alguien que sepa ser real.
Ofrecemos honestidad en cada latido, sinceridad en cada sonrisa, confianza mutua y ganas de apostar al futuro, por más incierto que sea. No prometemos ni esperamos juramentos, pero sí amamos con la intensidad de un para siempre día a día.
Con corazones dispuestos a ser habitados de inmediato, solicitamos que presente garantía de fidelidad, y sepa firmar con seguridad.
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