que un día, el mar de gente me reconoce y
me eleva
que una tarde-noche, todo reflector guiña
que un sin día, ya no existió escondite
alguno
que un encuentro, ya no impacta consigo
que una tarde devota, espera el final del
libro
que toda posibilidad, se tiraniza presente
que un colapso , gustoso se duerme
Ocurra un día, que le fue imposible
a un hombre, pasarse desapercibido.
Rogelio Sin Contexto
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