Que las promesas
son para cumplirse, que se responde siempre “Te Amo” cuando te dicen lo mismo,
que “para siempre” es mucho tiempo, que a veces se dice más con letras y
canciones que con palabras, que las mañanas no son mañanas sin café, y que las
noches no son noches sin un libro en la mano.
Que los sueños
se viven aunque no se cumplan, que los abrazos siempre son buenos, que las
sonrisas también se roban y que los pequeños detalles siempre son grandes.
Que un beso te
hace sentir poderosa, que las caricias nunca son sosas, que una mentira es una
mentira aunque sea piadosa, que hay dos tipos de familia, la de sangre y la
elegida, que un gato puede ser una excelente compañía.
Que Sabines y
Sabina aunque nunca fueron ni amigos hacen buena combinación, que la comida
nunca se tira, y que acompañada siempre es mejor la ducha.
Que dormir no
siempre significa descansar, pero que se descansa mejor en unos brazos aunque
no se duerma, que el sexo es básico al día a día, pero que no se tiene sexo con
cualquiera.
Todo esto
aprendí de ti y de tus caricias, peo también aprendí que se puede decir te amo sin sentirlo, que
las promesas que no se cumplen no son reclamadas, que el ser poderosa dura
cinco minutos y que las letras y canciones si quieres las reciclas.
Aprendí que los
sueños son transferibles, que los abrazos no siempre son sinceros, que las
sonrisas robadas no siempre son sonrisas, y que muchos pequeños detalles
también puede que no tengan importancia.
Aprendí que lo
que se ama también se odia, como yo en este momento a Sabines y Sabina, que
para no tirar la comida, mejor la dejamos para otro día y que con uno mismo es
suficiente la ducha.
Que el descanso
es relativo y que se nos olvida que nosotros mismos también tenemos un par de
brazos para dormir tranquilos.
Helena Sibarita
@LaCkatrina
Wow! Dulcemente desgarrador.
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