Noviembre y sus noches.
Aquí me tienes, en una noche de noviembre con una hoja de papel frente a mí y un lápiz en las manos, y no se me ocurre escribir ninguna palabra, no porque no me inspires, sino porque tengo miedo; tengo miedo de no tener talento suficiente para retratar todo lo que eres, todo lo que significas y todo lo que me haces sentir.
Tengo miedo de empezar a escribir y que las palabras no surjan, o peor: que se detengan, que decidan no retratarte a la perfección, que decidan no retratar tu perfección.
Supongo que lo mejor que puedo hacer es contarte cómo me haces sentir, que lo mejor que puedo hacer es decirte que a pesar de que puedo sentarme y escribir sobre cualquier cosa, a ti no puedo escribirte, porque eres infinita. Contigo no puedo porque eres mucho más grande que cualquier letra, palabra o papel en blanco.
Mucho más grande que cualquier noche.
Espero que esto te haga entender que significas para mí mucho más que un montón de hojas llenas con un montón de palabras, que significas para mí mucho más de lo que te pueda escribir.
Que jamás terminaría de retratarte.
Juan Diego Maya Duque
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