martes, 18 de diciembre de 2012

Somos el resultado de una cadena de palabras


  •              Iba tan de prisa que la vida no lo alcanzaba y solo se limitaba a esperar.

    ·         Llovía tanto que su rostro nadaba en lágrimas.


    ·         Tan cansado de fingir que la máscara le pesaba todas las angustias del mundo.

    ·         No corría, volaba entre las letras con la tinta de sus alas.

    ·         ¿Porqué cambiamos constantemente de piel con los rostros nuevos?

    ·         No guardaba silencio, era prudencia disfrazada de temor.

    ·         Sus pasos no llevaban huellas, llevaban lágrimas de azúcar de tanto derramar amor.


    ·         ¿Cuánta cafeína le hace falta a una sonrisa?

    ·         No he pintado raya, he dejado huellas al mundo


    ·         Tanto peca el que finge, como el que le cree la máscara.

    ·         ¿Te puedo ayunar en algo?

    ·         Nos iremos con el viento, sí ése, el que se roba las palabras, para buscarlas y
    traerlas a casa.

    ·         No llenen sus expectativas solamente por convivir.

    ·         ¿Qué esperas de mí? Nada contestó el viento, solo que te dejes llevar.

    ·         Pudiste diseñar toda una orilla con tus palabras pero preferiste nadar.

    ·         Nos haremos viejos, solo cuando la pluma se canse.

    ·         ¿De qué cuerdo salen más correas?

    ·         Habitemos el silencio con cuidado para no romperlo.

    ·         Solo somos el resultado de una cadena de palabras.

    ·         Haremos la miel sin mirar a quién.

    ·         No solo de tempestad vive el hombre.

    ·         ¿Qué es pera encontrar?

    ·         Tal vez la miel solo necesita un poco de placer.

    ·         No caminaba descalza, caminaba desnuda de pies y alma.

    ·         Nos fuimos rompiendo con el silencio.

    ·         ¿Te puedo afinar en algo?

    ·         No somos más que la unión de muchos silogismos a la vez.


    Silvia Carbonell L.



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