En los ojos del
amanecer,
mi alegría se
perfila,
y más aun con el
renacer,
mi poesía se
destila.
Sospecho que en el atardecer,
seré como quien
vigila,
en la espera de
una mujer,
estrambótica y
tranquila.
(…)
Y llegará ella
al anochecer
haciendo viento
en la fila,
haremos del
cuerpo estremecer,
mi pupila en su
pupila.
Omer Alfcorbar
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