Escribí un poema: hablaba de ti y te hablaba. Te llenaba.
Hablaba de ti, de esa sombra que eres deslizándose en mis sábanas, en mis piernas y mis madrugadas.
Te hablaba, de ese río que eres entre mis mares, mis ganas y mis entrañas.
Te llenaba, de esa brizna de suspiro que eres entre mis labios, mis pecas y mis latidos.
Escribí un poema: te buscaba. Te gritaba que no te fueras. Que te quedaras.
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