La noche es este árbol de ramas nubladas y viento frío,
oliendo a ciudad dormida.
La noche es esta luna de mirada llena y voz apacible.
Piel dormida y río esperando.
La luna es este idioma en mi mano
que no sabe hablar oscuro
ni cerrar los ojos.
La sed es este idioma que no deja de soñar.
Acaricia distancias
y germina en lloviznas
El sueño es éste que sale volando de mis ojos,
sin caer ni respingar,
y que va en dirección a lo eterno.
El mar es este que nace como ola contenida,
tormenta y cielos grises,
naufragios de ojos cerrados.
El canto es este que tiene la voz larga
y sirve de puente entre bocas lejanas.
La música es esta sonata de notas vivas.
Guitarra de voz roja.
Ciudad palpitando entre mis manos.
El miedo es este que tiene la espalda raída
de tanto golpearse contra mis ganas.
El poema es este que derrumba abismos y aplasta heridas,
con ojos que pintan paisajes y le crecen mundo nuevos.
Abril, le dicen.
Eduardo Magomi & Alma E. Palma.
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