Lado masculino:
Estoy en el centro de una batalla invisible, donde tampoco puedo ver mis manos, pero siento el calor del sol que no entra por la ventana, sino que viene desde algun lugar de un universo dentro mío. No estoy solo. No estoy vacío. Son nada más espejismos que no he sabido descifrar porque estoy distraído. Soy ajeno a esta guerra, y a la voluntad del ego. No tengo miedo. Estoy protegido. Esta es una batalla entre la nada y los demonios.
Niño interior:
Estoy en el centro de la fuente de la vida. Hay verdades ocultas pero el agua traquila las limpia. Quiero saltar en círculos, contando y cantando. ¿Dónde están los otros? Esto es un sol visto desde los ojos de los perros. O una fuente, de nuevo.
Agua de vida. Fuente de agua. Fuente debida.
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