Llegar a su ombligo, hacerme el inquilino donde aquel mar poroso rodea esa isla hueca. Un espiral donde me hago diminuto y me siento a orillas del oleaje donde su nombre, su casa y mis calles se confunden, se funden en el camino curvo que desciende y me eleva. Su caracol de zona media, su medio ido donde me quedo siempre, tú, nombre de lo que se enraíza y libre encierro, planeas en lo que callas siendo el más violento silencio de los rincones cuando soy apenas una esquina; porque todo lo que de ti quiero está en la noche y la noche lo es todo.
Alexander Gnomo
@Ggnolex
http://gnozareno.blogspot.com/
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