Y nos encontramos bajo el sonido de una misma voz,
con restos de tinta y notas entre los dedos,
y algunas palabras bailando al filo de una mentira.
Una puerta abre el horizonte
disfrazado de piernas aladas.
Un río de murmullos se agita en las entrañas,
y los días y las noches
tienen un nuevo ímpetu.
Toda una vida
danza
frente a los ojos.
Caos.
Espaldas erizadas
arañandose
entre los pliegues de la noche
y las horas avanzan mordaces
como viento frío.
Las miradas se ahogan en deseo rojo y saliva,
piel vibrante, pechos erguidos,
erecciones embravecidas,
parpadeos furtivos,
olas de lenguas
disfrutando el paladar.
Con manos temblorosas dibujando un mapa
en la curva del vientre,
susurros de lluvia blanca y lechosa
buscando el fin del viaje.
Con sonrisas mordidas
y ojos llenos de ambición
una boca se agita encendida.
Y un vaivén de mareas, ondula los cuerpos
el tiempo se detiene en cada embestida,
se estremece en el arco de la espalda;
sembrando en la piel
una maraña de promesas
y de abrazos
llenos de lunas.
El mundo se repliega en cuatro esquinas
una voz se desnuda entre gemidos de guitarra,
páginas de otoño y vientos agitando las alas.
Aquí, donde todo y nada existe.
martes, 5 de junio de 2012
Caos
Alma E. Palma.
Absolutamente genial y bello!
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