Está la ciudad desnuda,
sobre ella se yergue la tristeza,
tristeza de caricias mudas
que canta gotas de azul contenido.
A veces soy.
Sobre la piel de noche se agitaban encendidas las mareas
mareas que nacían de tu boca,
mareas que ahogaban las miradas.
Mírame.
Y el tiempo se desbordó entre los dedos,
y el tiempo anidaba en la memoria
y los recuerdos caían deshojados.
Y somos quizás.
Las manos acarician las palabras que se escriben en tu boca,
y las lenguas bailan humedas de sed
La sed eres tú, estoy bebiéndote.
Y la piel es una sola,
y se pinta en claroscuros
piel que arde como llamas de sol,
piel que se inventa tuya.
Estoy aquí.
Soy un pedazo de cielo
una gran nube me cubre las alas
y dibuja gotas, y canta agua de tiempos futuros.
Seremos.
Alma E. Palma
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