De vez en cuando, me encuentro escuchando conversaciones,
pequeñas charlas de mis amigos
y casi
siempre llegamos al momento en el que se produce un silencio, una pausa un
tanto incomoda,
que casualmente coincide con el relato de sus últimas
conquistas.
-¿Por qué no continúan? –Pregunte yo
-Pues porque hay cosas que no deben contarse, ya sabes un
caballero no tiene memoria- dijo mi amigo.
Y continuaron con el siguiente tema,
olvidando completamente la historia previa; pues bien,
a mi parecer simplemente
tienen memoria selectiva, pero, ¡Qué sé yo! Simplemente es mi opinión.
Días después, charlando con unas amigas en un restaurante,
salió a relucir el nombre de mi amigo “el caballero” y
supe que esta era la
historia de la cual él no tenía memoria;
escuche toda la historia y en esta la
dama era feliz recordando a su caballero.
En ambas ocasiones los dos tuvieron la misma mirada
soñadora, tierna, anhelante,
así pues me llevo a pensar, ¿Cuál de los dos está
mal?, ¿Cuál de los dos procedió bien?,
¿Será que aquel que no tiene memoria
hizo un favor a su dama, dejando a la imaginación de los demás el resto de su
historia?
O tal vez, ¿La dama dio un lugar a su caballero, contando los
detalles de su recuerdo?
Solo sé que al final, un caballero no tiene memoria y una
dama siempre recuerda su historia.
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