Tengo ganas de que me dejes ser tus ganas.
Que dejes que mis manos se abran camino sobre tus piernas, que llegue mi lengua a saborear tu entrepierna.
Que te dejes acariciar con todo el cuerpo, que me abras el corazón y los sentidos, que estés dentro de mí.
Que te vengas conmigo, que te vengas dentro, que me llenes de ti, que despacio me digas "te tengo", que no me dejes ir.
Matarte de amor y morirme en tus brazos, entre orgasmos intensos y gemidos y arrebatos.
Tengo ganas de que me ates a la cama y me quites las ganas.
Nadia L. Orozco
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