Carta a un te quiero.
No quiero dormir, dicen que
despiertas.
Todas las noches en las que
solo fuimos un sueño hoy pesan como losas cargadas a la espalda. Todas esas palabras
al filo de la madrugada, todos los deseos, todos los lamentos, susurros y
gemidos lentos, todos, absolutamente todos hoy conforman un muro que no me deja
ver lo que un día vi de ti.
Hoy ya no eres sueño porque
casi te puedo oler, palpar, saborear, hoy eres todo lo real que te dejas ser,
hoy eres tú más cerca de mí, por eso ya no te sueño.
Hoy en el hueco de mi cama
no cabe la esperanza, solo el deseo. Tu cuerpo.
Cuerpo que conozco a la
perfección aunque no lo haya tocado, cuerpo que solo le faltan mis besos para
ser perfecto.
Hoy te quiero pero no porque
seas deseo, hoy te quiero porque eres tú, el ahora, el cielo, todo el amor y
todos los recuerdos. Te quiero porque te quiero, no para que me quieras, te
quiero porque no sé explicar por qué te quiero.
Olvidados todos esos adioses
que adelantaron varias eternidades me esperaste tú, sujetando el sol con la
manos, dejando entrever la claridad del día entre tus párpados, ahí estabas tú
con todo el nosotros engalanado.
Hemos sido futuro, y fuimos
presente, seremos pasado y comenzaremos un ayer que recordaremos el resto de nuestros
días.
Te quiero.
Julio Muñoz
Leerte es siempre un reconocerse en ti. Pero de todo lo que escribes, y de tener que elegir, me llevaría conmigo tus cartas como un impagable tesoro...
ResponderEliminarNunca dejes de escribir. Un abrazo gordo.