Tiemblan mis manos al saber
que ya no estaré contigo,
que a pesar de este amor
que tú y yo hemos vivido,
te irás pensando en el aire
que lo nuestro es prohibido;
sé que me recordarás
como un simple viejo amigo;
pero antes que te vayas lejos,
sólo una cosa te digo:
no te olvides de los consejos
que de mí tú has recibido,
porque yo te he enseñado
lo bueno y lo permitido.
Te quiero mucho Omer, es hermoso leerte.
ResponderEliminarEve.
Ah! Me estoy leyendo en este relato! Viejo y querido amigo. Muacckk
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