Esa
curvatura que tiene tu cuello, las líneas definidas de tus hombros, esa cuna
que hay en tus clavículas, en este momento están siendo recorrida por mis
labios.
Imagino el
movimiento de tu cabeza dejándome recorrerte, dejándome ultrajar alguno de tus
besos.
Tu
respiración, escucho tu respiración en mi cabeza.
Las puntas
de mis dedos acarician tus brazos, llegando al monte más alto de tus hombros y
desato los listones de tu ropa.
Tus pechos
al descubierto. Mis manos en ellos.
Tus manos
toman mi rostro, tu boca me busca desesperada, tus labios se adueñan de los
míos y mis manos, ahora también son tuyas.
Me confieso
desesperada a hacerte el amor. Siempre que te veo deseo hacerte el amor, pero
eso no es novedad, tú ya lo sabes.
Tus labios
rojos.
Tu piel
color de luna.
Tus manos
ansiosas.
Tu boca
coqueta.
Tu cuello,
siempre dispuesto,
Lado
derecho o izquierdo, según tú me sientas.
A veces
imagino que hueles a mar, a sal.
A veces te
imagino con el olor del eucalipto.
A veces,
sólo te imagino desnuda.
Pero casi
siempre, eres un sueño.
Algún día,
mujer, tendré la suerte de tenerte entre
mis manos. Pero no te preocupes, no haré nada, quizá, sólo si tengo suerte,
cumpliré algunos sueños.
Porque
hasta el momento no has sido más que un momento, una fantasía hecha a la
medida, una pantalla cuadrada y fría que a veces tiene movimiento.
He escrito
tantas veces de ti… Pero esta es la primera vez que me leerás. La primera de
muchas, espero, hasta nuestro encuentro.
@LaCkatrina
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