martes, 10 de septiembre de 2013

Hasta nuestro encuentro.

Esa curvatura que tiene tu cuello, las líneas definidas de tus hombros, esa cuna que hay en tus clavículas, en este momento están siendo recorrida por mis labios.

Imagino el movimiento de tu cabeza dejándome recorrerte, dejándome ultrajar alguno de tus besos.

Tu respiración, escucho tu respiración en mi cabeza.

Las puntas de mis dedos acarician tus brazos, llegando al monte más alto de tus hombros y desato los listones de tu ropa.

Tus pechos al descubierto. Mis manos en ellos.

Tus manos toman mi rostro, tu boca me busca desesperada, tus labios se adueñan de los míos y mis manos, ahora también son tuyas.

Me confieso desesperada a hacerte el amor. Siempre que te veo deseo hacerte el amor, pero eso no es novedad, tú ya lo sabes.

Tus labios rojos.

Tu piel color de luna.

Tus manos ansiosas.

Tu boca coqueta.

Tu cuello, siempre dispuesto,

Lado derecho o izquierdo, según tú me sientas.

A veces imagino que hueles a mar, a sal.

A veces te imagino con el olor del eucalipto.

A veces, sólo te imagino desnuda.

Pero casi siempre, eres un sueño.

Algún día, mujer,  tendré la suerte de tenerte entre mis manos. Pero no te preocupes, no haré nada, quizá, sólo si tengo suerte, cumpliré algunos sueños.

Porque hasta el momento no has sido más que un momento, una fantasía hecha a la medida, una pantalla cuadrada y fría que a veces tiene movimiento.


He escrito tantas veces de ti… Pero esta es la primera vez que me leerás. La primera de muchas, espero, hasta nuestro encuentro.

@LaCkatrina

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