Estábamos
para querernos y sí,
nos
quisimos como quien no se quiere mucho.
Era para
no dañarnos mientras querernos fuera hecho,
mientras,
estábamos para querernos y sí, te quiero.
Estabas para quererme,
más te quise más de lo que se
podía querer,
el limite fue quererte, por
quererte volver a ver.
Estabas para quererme,
y me quisiste con miedo y sin
él,
me querías por las noches, y
por las noches me dejaba querer.
Ven y dime,
— ¿me quieres cómo ayer?,
—yo te quiero con querer.
Para querernos yo quiero lo
que el amor redime…
Te
quiero,
el
limite es amarte, pero,
ese es
otro poema, espero,
contigo
volverlo a hacer.
Alexander Ureña
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