Baile de salón.
Corrían las noches… en las que poco a poco sus zapatillas de cristal se iban quebrando. Días, en los que la brisa que ondeaba la mañana, titubeaba para despertarle, porque sabía que ella ya no quería andar.
Allí se hallaba. Con las alitas rotas como las zapatillas. Que eran la misma cosa.
Y ahondaba en el deseo de poder danzar de nuevo… y que sus puntas fueran perfectas y que su cuerpo cantara con armonía los pas de deux.
Pero, aún con miles de deseos, seguía allí tirada, sin cuerpo para sus ganas. Deseando que los días ya no caminen más.
Mar B. Calatayud
@aiikolors
aiikolors.tumblr.com
Corrían las noches… en las que poco a poco sus zapatillas de cristal se iban quebrando. Días, en los que la brisa que ondeaba la mañana, titubeaba para despertarle, porque sabía que ella ya no quería andar.
Allí se hallaba. Con las alitas rotas como las zapatillas. Que eran la misma cosa.
Y ahondaba en el deseo de poder danzar de nuevo… y que sus puntas fueran perfectas y que su cuerpo cantara con armonía los pas de deux.
Pero, aún con miles de deseos, seguía allí tirada, sin cuerpo para sus ganas. Deseando que los días ya no caminen más.
Mar B. Calatayud
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