En la hora cansada en que despunta la luz
y cuando el punto se derrama y nos suspende,
está el suspenso espeso irguiendo su testuz,
tejiendo con tesón esa sombra que se prende.
En la ironía de que esta noche me transfiera
su nostalgia con la misma negrura que te circunda,
se va alojando esa voz silenciera,
velando la calma del filo que desenfunda.
Así se ennegrecen mis palabras ciegas, vetustas;
semillas, aves, ramas, hojas que se transforman en hadas
y desglosan estos trazos, trozos que de mí hurtas,
siendo tú, bosque de ébanos y todas mis amadas.
Desde estas letras pagadas y calles vaciadas.
Desde este árbol sin fondo, infinito que muta.
Al otro lado del muro de luz y voces erradas,
Me siento a ser en tu noche y a-atisbar aquella nostalgia
enjuta.
Alexander Gnomo.
Qué enorme lenguaje técnico. Espléndido.
ResponderEliminarSaludos!