Estamos aquí, en un momento incierto.
Yo soy el mar que te abraza,
entre el sonido del viento.
Y hablo de ti con las aves,
y el viento sopla, para contarme un secreto.
¿Tanta luz hay en tu cielo?
¿Vendrás conmigo aunque no sepa a dónde llegaremos?
Confundo los matices.
(A veces se esconden detrás de un beso)
¿Cómo elegir un rumbo certero?
(A veces pasean por tu pelo)
Cruzaremos sobre las piedras, por el camino de agua.
(A veces no me encuentro y fabrico caminos)
¿Reconoceremos ese momento, luego?
(todos tus caminos me conducen hacia algo verdadero)
¿Sabremos descifrar el secreto?
Despertaré y devoraré tu playa, tu arena.
Aunque todo pudiera perder su peso mañana.
Pues nada detiene al viento cuando devora las flores,
¿no debería ser así con todo?
Para devorar un libro,
devorar a la mirada que devora al libro,
y devorar el tiempo que nos devora,
el tic-tac, tic-tac y su canibalismo.
La vida seguirá volviendo.
Regresará a pesar de todo.
Para amanecer en tu playa, para abrazarte en cada oleaje.
Y estaremos cansados pero no desistiremos.
Porque estaremos rendidos, pero no muertos.
Precioso! Un besote a mi reina y mi árbol :)
ResponderEliminarBesos a ti, Mariana, siempre atenta a lo que de nuestros sueños llega.
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