Hoy hable con la soledad, desde que te fuiste no me ah dejado de molestar, pero hoy decidí encararla. La verdad, me cayo bien, es muy callada, casi no habla, pero cuando lo hace, me provoca mucho llanto y demasiada tristeza. Es buena compañera, pero muy mala consejera.
Hablamos de ti, de como te ah ido; me dijo que estas bien, que no me preocupara por ti, que estas feliz. Al principio no le creí, pero después, cuando me describió detalladamente tus sentimientos, no pude objetar nada y simplemente me tiré a llorar. Me dijo que porque me ponía así, que no tenía caso, que siempre pasan cosas como esa y que era lo mas normal del mundo: Unas personas van, otras vienen. Así es la vida y lamentablemente nadie puede parar eso.
Después de charlar un rato, me interrumpió mientras le hablaba de lo nuestro y me dijo que si seguía, iba a hacer que muriera de risa, que era la historia mas patética que había escuchado, y que porque me atrevía a decir que te amaba. Yo me sentí triste, y le dije que porque pensaba eso, que como se atrevía a decir que lo nuestro fue patético.
Al decirle eso, se quedo callada, fue como si la hubiera insultado de la manera mas atroz. Se quedo callada unos cuantos segundos, después alzo la cara, me miró fijamente a los ojos, soltó una lágrima y se fue.
No se si regrese mañana, la próxima semana, no se si regrese hoy. Lo único que se, es que se fue sin decirme nada, sin decirme como se la había pasado, se fue sin decirme adiós.
Ángel Gaspar
@letravacia
Blog: http://letravacia.wordpress.com/
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