La encontré serena
su piel olía a tierra
y en sus ojos...
esos ojos que no miran
ví el ámbar sofocado
en un nudo de tristezas
La encontré besándose las manos
sucias de barro seco
sacudió los nudillos,
castigados por la piedra
pero aún escribía en el asfalto
para mí, eran totales incoherencias
La encontré en un sueño
sujetando las cadenas
de su peso se erguía
y de su fuerza, nacía la entereza
La encontré en la esquina de mi alma
sentada...
en el cordón de la vereda
sacó del bolsillo unas tizas
dibujó un limón y una fresa
La encontré mirándose en lo ajeno
socorriendo ausencias
violentando las mareas
las mías, las de la niña y de la tierra
La encontré suspirando
y al fin me miró con firmeza,
el ámbar cristalino, la soledad elegida,
el viento que cambia y yo
yo que la entendía
Maraia
@m_maraia
http://matildeyelmago.blogspot.com
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