Cada
cuatro o cinco días es lo mismo, tu figura aparece de la nada
inquietando mi tenue ánimo desgarrado por el vaho de tu esencia; mares
inmarcesibles de ensueño y artificial felicidad cruzan la habitación.
Todo a contraluz se ve bien, los espejos reflejan mi figura sin advertir
la tuya; de repente, tu silueta oculta en las esquinas salta de una a
la otra agitando el aire que me envuelve y surge aquel alud de sombras y
frío irregular que resquebraja la calma, la calma que no viene mucho
por aquí, casi no le conozco, tan ansiada y tan efímera, sustancia del
mas puro elemento, el elemento mas buscado en el universo, al menos eso
es lo que creo. La sustancia se diluye en mis adentros, lo engulle mi
corazón de loto que se cierra para descansar de ti, de tu figura, cada
cuatro o cinco días es lo mismo.
Nilza Vargas
@Plavalagunazul
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