Déjame morderte hasta marcarte de tal manera que no quepa duda que me perteneces, déjame marcar el territorio de tu pecho con mis uñas.
Tan sólo déjame llenarte de mi deseo, para que a su vez, tú me llenes de caricias lascivas con tus perversos dedos.
Anda, mímame como quien mima a una gata en celo, ansiosa de sentir como la llenan por dentro, quiero sentir como descargas tanta lujuria contenida.
Ven, tómame del cabello y guíame por el sendero de tu cuerpo. Llévame hacía tu hombría, déjame cubrirla con la humedad de mi boca y refrescarme con su savia que da vida.
Poséeme, vuélveme sumisa ante tus manos, tus labios, ante ti. Déjame ver que no me he equivocado al pensarte como el único hombre que cumplirá cada una de mis fantasías y anhelos. Seamos uno, sin ataduras, sin pensar en el mañana esperando solamente el amanecer.
Ivette González
@HuellasDeCeniza
http://huellasdeceniza.tumblr.com/
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