Sostenerte en mis brazos
y con ello sostener el mundo,
y cada amanecer
que vaya sostenido en tus ojos
al despertar a tu lado.
Sostenerme en tus ojos.
Caminar al filo de tu mirada,
tan profunda, tan entera,
que cada vez que miras
se abren desde suelos hasta destinos.
Y jamás soñé con amaneceres
como los que tú me das cada día.
El sol saliendo por tus ojos
cada vez que me encierro en tu mirada.
Llenarme con tu rostro,
sentirme vestida con tus ojos
cuando te quedas quieto,
y me reflejas en la luz
que ilumina tu rostro.
No me vi jamás en ojos como los tuyos.
Tan profundos, tan enteros,
tan llenos de alma,
que yo irremediablemente me pierdo,
y me quedo a vivir en ellos.
Silvia Carbonell L.
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