Hoy intenté llorarte. De nuevo. Lo intenté con todas mis ganas y aun así no pude.
Traté de sacarte de mi pecho a gritos para dejar de pensarte, pero tu sonrisa se atoró en mi garganta.
Quise rasgar nuestros recuerdos con un sollozo, pero se mantuvieron impasibles dentro mío, pesados entre mi pecho. Burlándose de mí, igual que tú el día del final.
Golpeé mi rostro intentando que el dolor físico expulsara con él al dolor mental, pero adentro me escocían tus recuerdos tanto que no sentía ya nada.
Cansada, decidí dejar que la frustración escapara en un suspiro, pero el recuerdo del tacto de tu piel aprisiono hasta al pobre dentro.
Intenté volverme loca de tristeza, pero tus ojos me hicieron permanecer cuerda para poder ver mi alma darse cuenta de su miseria en tu ausencia.
Decidí terminar con todo y volverme uno con el mundo, pero la memoria de tus brazos alrededor mío me detuvo con la falsa promesa del nuevamente.
Trabajé en olvidarte, pero cada recuerdo que intenté alejar regresaba golpeando las paredes de mi cabeza reclamando su lugar.
Deseé querer no haberte conocido, pero no pude ni quererlo enserio.
Al final, comencé a escribir para sangrarte en exquisitos versos, y el temblor de mis manos apenas me dejó escribir éstas simples líneas.
Quise llorarte y ni eso me dejaste hacer. Quise deshacerme de ti y no pude. Quise sonreír por los momentos en los que fui feliz a tu lado y no pude recordar ninguno. Quise regresar el tiempo y creerte mío una vez más. Quise poder sacarme todo el dolor del corazón, pero solo se apelotonó en la salida otra vez.
Y me rendí de nuevo a la melancolía de tus sombras.
Como hasta ahora.
Como siempre.
Como cuando estábamos juntos.
Fátima Li.
@F_LiH
No dejes nunca de escribir.Malala Figueroa.@bastabos
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