martes, 14 de febrero de 2012

Saadí

Ese papel



Ese papel


Aquél no era el tiempo escrito en un papel,
era más que eso; era la espera llena de días coloridos
y de días lluviosos y de cantos nuevos.


Ese tiempo sabía que llegaría al final algún día, solo
era esperar a que las horas pasaran, los segundos
avanzaran y que el día dejara de ser día y la noche
dejara de ser noche.


Un día ese papel vio que tenía nuevas letras y tenía
una voz distinta; una voz que llegaba del sur, una voz
que vibraba y tenía sabor y olor.


Ese papel latía tan lleno de aromas, tan lleno de cielo
tan lleno de ti. En ese papel mi lengua siseaba al
viento y mis manos estrujaban tus ganas.


Y el tiempo parecía dormido, él cerraba los ojos y el
tiempo pasaba de largo y el papel se llenaba de sal.


Ese papel tenía el sabor de la espera en cada gota de
tinta, sudor y sangre.


Ese papel tiembla entre mis manos, tiene magia y
esencia, tiene promesas y amor. Ese papel está lleno
de vida, tanta vida que ya no cabe y gime y se
derrumba y cada letra nace y muerde mi existencia.


Ese papel.


Ese papel esperaba desvestirse entre mis dedos, y así
fue.


Ese papel aún es casa de tu sabor Eduardo Magomi. 


Alma E. Palma

Lunakai

Mandona, inquietante, un diamante en bruto que se pule en segundos.
Así es la luna de los rizos colgantes.
Blanca con sus ojos de verde bosque.
Sonrisa que arrastra mareas a sus brazos,
mejillas de plata que siempre van iluminando.
Luna de los rizos chocolate vestidos de rojo.
Ella decreta mientras el universo se mueve a su antojo.


Luna llena, eres de queso, afirmó la niña, y luna se convirtió en la casa de todos los ratones de los dientes chimuelos.
Luna llena, eres despacio, decretó la peque, y el espacio comenzó a caminar más lento, a sus pequeños pasos.


Luna se apaga y llegan los conejos de la enana y hacen su magia.
Pintan estrellas y las avientan a la tierra mientras ellos ríen con sonoras carcajadas.
Dice con su voz armoniosa de soprano,
"Todos los conejos conducen a la luna, mami",
y siempre sonrío dándole razón mientras la tomo en mis brazos.


Ella duerme por si ocaso cansada, pero si el cielo llega a encenderle faroles, la pequeña luna se despierta y comienza la noche.


Conejo sale de noche, dejando cuentos y fábulas mientras corretea a la niña en sus sueños en el reflejo del agua, cada que cierra los ojos mientras llega la mañana.


Y cuando luna se apaga, lo único que la mantiene soñando es que yo le escriba sus versos y cuentos mientras permanezco despierta a su lado.




Silvia Carbonell

ConVersando

─Qué cosas tan bonitas me escribes.
─Es que me inspiras
─Es que tú eres poesía
─Sólo si tú me lees en voz alta
─Te leo en voz alta, cuando duermes, para sentirte a mi lado
─Aunque no me leyeras, me tienes ahí contigo
─Es que cuando te leo siento que estoy ahí, contigo.
─Es que estás en mí, en cada latido.
─Es que quiero estar en ti, desbordándote en cada suspiro.
─¿Y cómo suspirar si me dejas sin aliento?
─Entonces gemir, mientras soy en ti, recorriendo tu cuerpo
─Entonces volar hasta que te rindas en mis brazos.
─Entonces ser viento, para acompañarte en tu vuelo.
─En ti volar hasta que se acabe el tiempo.
─Es que pensando en ti carece de sentido el tiempo.
─Es que tú eres toda dirección y todo sentido.
─Es que tú eres el lugar para éste que estaba perdido.
─Es que no estabas perdido si yo te estaba buscando.
─Es que no era yo hasta que probé mi nombre de tus labios.
─Tú eres la certeza de que existo.
─Tú eres la razón por la cual respiro.
─Tú eres todo, no tengo duda.
─Tú eres, y en ti soy, está escrito en el aire que me circunda.
─Tú eres conmigo, lo tuve escrito siempre entre las pecas de la piel.
─Tú eres mi destino y para encontrarte empecé a escribir mi camino.
─Tú eres el lugar y la hora a los que pertenezco.
─Tú eres la historia que quiero contar en cada verso.
─Tú eres cada verso que sale de mi pluma.
─Tú eres el amor que perfuma mis versos.
─Tú eres el rubor que me prende las mejillas.
─Tú eres el río al que mi sed me guía.
─Tú eres la música que vibra en mi guitarra.
─Tú eres la brisa que acaricia mis mañanas.
─Tú eres todas las mañanas del resto de mi vida.
─Tú eres la promesa de despertar amando el resto de mis días.

Agosto 27, 2011.

Madrugada del 6 de enero, 3:30am




-¿Desde cuándo?

Desde siempre. Es decir, desde el primer momento en el que te sentí cerca.

-¿Porqué?

Porque eres incompleta y tan llena a la vez, porque nunca dices lo que sientes, pero lo
escribes todo el tiempo y yo prefiero leer que escuchar.

Porque caminas descalza y aun así no te ensucias los pies, por todo y por nada, porque sí y
porque no.

-¿Te hago falta?

Todo el tiempo, pero a veces no lo noto.

-¿Qué pasará con nosotros?

No lo sé, puede que nos volvamos a suceder o simplemente puede que no.

-¿Qué quieres que pase?

Quiero que te quedes grabada en mi mente, y que con la vejez te compare con la fotografía
mental que he guardado y diga: es la misma, solamente está más bella y más sabia.

La primera pregunta que le hice fue ¿Me amas? Y sus ojos me respondieron,
luego comenzó hablar.

Evelyn Barker
@BlancoAzulada 
Versos en mi piel


Bogota: La ciudad del cielo y los andenes.



Acabo de regresar de un viaje a Colombia con mis primos y un par de vecinos. Lo planeamos hace poco menos de un año en un café de Coyoacán cuando vinieron de vacaciones. Pusimos un par de tazas y trazamos un recorrido, nos acabamos los cafés y supimos que jamas se cumpliría.

Me fui el 16 de diciembre y después de 6 horas llegue a Bogotá, donde me esperaban con un collar hawaiano y una pancarta que dictaba "Aquí wey".
No sabia que esperar, ni siquiera estaba emocionado, pero después de 22 días lejos de mi cama y sin agua caliente, con la compañía primero de mis primos y luego de mis vecinos, puedo decir que valió la pena.
 
Por ejemplo, puedo decir que estuve bailando hasta las 7 de la mañana el 24, puedo decir que recorrí una ciudad desconocida y que ahora la camino con los ojos cerrados, que me sorprendí por los andenes, donde de forma tranquila puedes caminar, que baile vals en la plaza central, que me persiguieron a muerte, en un cementerio, que jugue futbolito en el museo nacional, que llene de humo una casa por una chimenea sin tiro, que me impacto una ciudad diseñada para convivir, que subí a una montaña y vi las luces de una ciudad casi sin una gota de contaminación, que jugué fushi [sic] en la plaza central de un pueblo, descalzo, que recorrí mas de 8 lugares en un día, de mochilero y con lluvia en algún momento, que deje que un par de personas me hicieran reír mientras, sentado, maldecia a los aviones que no dejaban escuchar, que visite un par de bibliotecas, una de ellas construida por un arquitecto al que ahora reconozco cuando veo ladrillos, canales y formas no rectangulares, que conocí por dentro y por fuera algunas universidades.
Que vi amanecer el primer día del año. Acompañado.

Pero lo que hizo enserio especial el viaje fue la gente con la que estuve, porque estoy seguro de que nos pudieron encerrar en un cuarto, y nos hubiéramos divertido lo mismo

Otro Cuerpo.


Otro Cuerpo.

Ganas que son un camino,
abrazado por esperas
y la piel del tiempo sabe
escucharnos donde quiera.

Y las bocas son ceniza
dibujandose las manos
que recorren nuestros cuerpos
aferrándose a sus trazos.

Y la noche se despierta
van creciendole los dientes
cada orgasmo es protesta
y los cuerpos no nos mienten

y las ganas se desnudan
van cayéndose a pedazos
cada beso es un tormento
diluyendose ahogado.

y el corazón de tus días
se abre y nacemos
yo corro por tus venas
y desaparecemos.

desvanecemos tiempos,
inventamos caminos
hacemos de las pieles
la sed de uno.

y en el fondo de tus ojos,
soy una melodía
que adorna desde adentro
cuando me sientes.

y encima del papel
están lloviendo instantes
palabras que son líquidas

y hacemos otro cuerpo
nacido del momento.


Letra: Alma y Eduardo

Desde la esquina de mis ojos.




Desde la esquina de mis ojos
haciendo pueblos en tu piel
abrazo el alma de tu angustia
cuando el tiempo es lo que asusta
y no sabemos creer.
Desde la hoja en la que estamos
regamos tinta en las demás,
y va creciendo más historia
que hace luz en la memoria
y que en letras se hace más
Y crece el mundo de nosotros,
tiempos muertos son noticia,
caravanas de noviembres
van sentándose en la orilla.
Los abrazos mas sublimes
me los das con la mirada,
cuando siento que no puedo,
cuando siento que soy nada.
Desde la esquina de mis ojos
voy volando cuesta arriba
por tu piel de primavera
que me canta las heridas
que me olea tus aromas
hasta mi alma descosida.
Y crece el mundo de nosotros,
tiempos muertos son noticia,
caravanas de noviembres
van sentándose en la orilla
Los abrazos mas sublimes
me los das con la mirada,
cuando siento que no puedo,
cuando siento que soy nada.


Esta canción es de y para Alma.

¿El amor de tu vida o el hombre de tu vida?


Dieciocho días después de que las fuerzas aliadas, al mando del General Dwight D. Eisenhower, tomaran sistemáticamente distintos puntos del Magreb, Casablanca incluida, el New York Theather se vistió de gala el 26 de Noviembre de 1942 para acoger a una de las películas más representativas del cine clásico estadounidense. Casablanca aprovechó el momento histórico de su creación para proyectarse en el imaginario estadounidense. Pero a la vuelta de los años, se ha convertido en una de las películas más memorables de todos los tiempos.

Ambientada en esta pequeña y popular ciudad marroquí, Casablanca cuenta la historia del triángulo amoroso entre Rick, Ilsa y Victor. Enmarcados por el drama de la segunda guerra mundial, por el doloroso peregrinar de los desplazados, los perseguidos, los refugiados, por la tensión entre los principios y la supervivencia, nuestros personajes nos llevan a través de una trama que trasciende culturas, circunstancias históricas y nuestras propias convicciones.

¿Quién no ha estado en esa situación? Rick es un hombre maduro, de ideas claras y principios firmes, que se enamora perdidamente de Ilsa mientras ambos se encuentran en París. Enamorarnos es permitirnos ser vulnerables, es una apuesta al todo o nada. Mientras las tropas alemanas ocupan la capital francesa, Rick permanece bajo la lluvia, en la estación de trenes, con nada más que una nota en la que ella le dice ‘perdóname: no puedo ir contigo’. Rick lo ha perdido todo, y lo encontramos en Casablanca, desesperanzado, desencantado de la vida, administrando un café al estilo americano.

Victor es el héroe que el mundo está esperando. Deslumbró a la pequeña Ilsa con sus ideas y su fortaleza, y se casó con ella, más que por amor, por la convicción de que puede protegerla. Mientras él está recluido en los horrores de los campos de concentración nazis, Ilsa descubre el amor en Rick. Más tarde, su marido está libre y la necesita, y la víspera de su huída con Rick ella vuelve a él. Una mujer puede dar la espalda a todo, menos a quien la necesita.

El cataclismo de sensibilidades ocurre en Casablanca, donde los tres personajes se reúnen a la vuelta de los años. A Rick le falta información: es el eterno ‘por qué ’ que ha llenado las noches de todos, de cualquiera, en algún momento. A Victor le sobra comprensión: sabe que la parte de Ilsa que le pertenece no se acerca ni remotamente al amor. Ilsa está en la encrucijada: decidir es renunciar. Renunciar a qué, pero sobre todo, renunciar por qué. ¿El amor de tu vida o el hombre de tu vida?

El verdadero drama no está en el contexto de la situación. No importa que sea la segunda guerra mundial, la crisis latinoamericana de los 80, la caída de la URSS o el 9/11. Lo que nos da algún indicio de que estamos vivos es nuestra experiencia personal. Nosotros, pequeños y –en palabras de Kundera– a veces insoportablemente leves, nada podemos contra el mundo y su debacle. Por eso, nos es más significativo nuestro drama personal: sea la llamada que nunca llegó, la sonrisa no correspondida o el doloroso adiós que nos auto impusimos en algún momento.

Casablanca trasciende su tiempo por esta razón. Lejos de ser una película más sobre la segunda guerra mundial, es una historia de amor que nos recuerda las nuestras. Lo que nos eriza la piel no es el “Duelo de los Himnos” en el café de Rick; es la mirada de Bogart mientras dice: “Siempre tendremos París”.

Léeme.

Te escribo porque me libera
del peso que dejan los suspiros que se quedan
te escribo porque así existes
en cada letra te vas quedando para siempre
te escribo porque soy cobarde
porque las letras son todas mis ganas juntas
te escribo por si me quieres leer
por si el viaje se hace largo y piensas en no volver

Porque en cada letra se va dibujando tu recuerdo
Porque en cada verso de vas quedando
y me voy quedando
y nos vamos quedando
juntos
en cada letra.

Calma



Calma, eso eres,
un descanso para mi alma cansada,
un muelle en el cual puedo encontrar la calma;
Tanto tiempo he llevado esta carga
que ya la siento parte de mi ser,
aunque con tu sola presencia
parece poco a poco desaparecer,
Tal vez no seas así, 
ya que en mi mente te construí,
aunque a veces te siento tan cerca
que no pareces ser solo una ilusión,
sé muy bien que tan solo existes en mi imaginación. 

Camille

Ojos de bosque


Soñé
que estaba en un bosque con cascadas y ríos;
desperté,
y eran tus ojos verdes mirando a los míos.

Gemí
como un loco que ríe y que llora a tu lado;
me vi
como un lobo tentado en tus ojos de prado.

Creí
que los sueños estaban bajo una almohada;
dormí
bajo tu mirada, cual sonrisa mimada.

Pensé
que te soñaba en la mañana placentera;
Gocé,
y era tu fotografía, la primavera.



Omer Alfcorbar


Foto: @AngieBel_Lo

Una cruz con tu nombre (poesía)

No es un corazón

No es un corazón.
Pero late,
tiene venas,
siente,
se rompe fácil.
-
No es un corazón.
Pero vive,
tiene color,
sufre,
se debilita.
-
No es un corazón.
Pero oye,
a veces tiembla,
cruje,
te necesita.
-
No es un corazón.
Pero parece.
-
No es un corazón.
Pero debiera.

Somos amantes

  • Muerde mis labios
    duerme sobre mi pecho
    sueña conmigo.

  • Somos amantes
    nos conocemos tanto
    hasta sin vernos.

  • Late a tu ritmo
    yo seguiré tu paso
    con mi suspiro.

  • Abraza fuerte
    esta pasión me lleva
    y me desboca.

Vamos a hacer un beso

Vamos a hacer un beso
de cada boca.
Vamos a darnos piel,
sobran caricias.
No es necesario abrir
más que las puertas,
ya hay corazón sediento
del otro lado.

Vamos a hacer un verso
de cada risa.
Vamos a conjugarnos,
sobran los verbos.
No es necesario ir
puedes llegarme,
ya hay corazón latiendo
y está en tu mano.

Sonrisas son amores

Igual que la alegría, una risa.
Igual que la duda, labios prietos.
Igual que la pasión, el beso.
Igual que el desamor, todo al revés.

Magia

La magia radica en no conocer el truco. Yo siempre pensé que el truco es, simplemente, no analizar la magia. Disfrutarla con ojos de niño, es más placentero que ganarse el premio de adulto, al desentrañar el revés del conejo en la galera, y el por qué de la baraja adivinada. Sin embargo cuando crecemos, no hacemos más que empeñarnos en conocer el mecanismo de todo, y alejarnos del disfrute que ofrece una sorpresa. No sé quién nos enseña rápido, y aprendemos pronto, que el truco es perder la magia.
Vos me tildás de inmadura. Yo no hago más que abrir los ojos del alma. Vos jurás comprenderme, pero cuando te digo que sos mi mago, no me refiero a un auto nuevo, ni a un puesto importante, ni a tu ropa más cara. Sino a las veces que sin darte cuenta, con una caricia tierna, me hiciste suspirar: ¡abracadabra!.

en la misma postal

ven. acércate. ven, desnudemos la noche. está sedienta. sed de tu tiempo, sed de universos accidentados, sed del curioso vino. acércate al fuego. ven. acerquémonos al fuego, que nos atice. mira, el humo hace coreografía. enciende tu sonrisa, que me atice, que me contagie. ríes, y soy una pieza de dominó que cae frente a la inminente reacción de cadena que provocan tu voz en el aire. enmarco tu risa. nuestras bocas llenas de mar nos tientan a lanzarnos al naufragio. y tu cuerpo es una vela, un oasis, una pluma que flota entre canciones. te respiro. respiro tu nombre. ojalá colisionáramos. aún te respiro, y me dejo envolver por tus hálitos tan llenos de bossa nova. entonces colisionamos, como si fuéramos satélites. nuestros mares se agitan, y el sabor es infinito. el olor es memorable, lleno de perfumes desconocidos, hermosos. somos volátiles y te respiro. me tejes y me destejes, y me vuelves a tejer, y me vuelves a destejer, como si me estuvieras imaginando, como si me soñaras. te hago viento, y tu fuego se aviva. tu sonrisa palpita y me atiza, quema, pero no duele. nuestras manos se leen, y nos miramos con las manos, entonces nos miramos. nos comparte el amanecer, con su sol enamorado y expectante, sus nubes asombradas y curiosísimas. estamos en la misma postal.

Sonríe, Ester


Ester, mira el cielo, todo azulado y rojizo, como queriendo llover, como queriendo herirse por su propia luz, por su misma inquietud de lluvia…

Sonríe, Ester, que tu sombrilla se volvió paraguas, como una capa para el cuerpo. Canta Ester, que la lluvia cae al pasto. Baila Ester, que el pasto es verde.

Sonríe, cual arcoíris, a su esplendor, el cielo se taladre por el brillo de tus ojos. Y aunque exista esa monótona soledad en el llanto, emite esa fogosa manía de tu cuerpo, ya sea por doquiera, ya sea por lo infinito.

Sonríe, Ester, como si cada día tuviese el último pálpito, desnudo y fresco ante exilio del sol.
Y sin ser tormenta, atormenta el ruido, e invoca al pueblo, e invoca al mundo. Haz que el relámpago llegue como un grito, y se vaya como una sombra.

Sonríe, Ester, tú que rascas el charco, lejos del otoño, cerca de ti misma y pendiente del hoyo.

Sonríe, Ester, que el paraíso es una sonrisa, todo floreado, de rosas azules, de rosas rojas, y negras también. Sonríe, Ester, hasta que el cielo se hinche a lo largo de tu alegría, y se extienda a lo inmenso del recuerdo.

Omer Alfcorbar

Dedicado para mi amiga Ester @mismenesteres

Luna gestando un poema.


Hoy la noche en el cielo se encuentra gestando un poema.
Ojos con luna nueva, lleva el cariño de noche en compañía de luna llena.
 
Luna mujer gestando luna con mil estrellas.
Luna de dos, hecha de amor.
Luna pequeña, luna de perla.
 
Luna gestante asomándose en el charco,
como quien mira un espejo por vez primera.
Ella ruboriza sus mejillas encendiendo su luz tan suave como la seda.
 
Nuda y sostenida en mi cuarto menguante,
gesta niña con su sonrisa parlante.
pequeña y segura, no teme a los lobos,
ella les sonríe en las noches de mami llena.
 
Es todo poema que nace en perla,
mejillas de luz que iluminan la noche entera.
Bella en luna nueva, es un verso distante a los ojos humanos,
cercana a las estrellas y lejos del ocaso,
mientras apachurra conejos con sus manos.
 
Mi luna, reina del cielo,
mago de la noche donde corren los conejos a su abrazo.
Rara, mi prosa engendrada en verso,
mi luna serena de carácter cambiante
que desata mareas y alborota tempestades.
 
Luna hermosa, hecha rosa,
que llueve poemas
en las noches bañadas de nubes borregas.
 
Inversa luna,
que esconde dentro la barriga una pequeña duda,
conejos que celan guardianes,
la sonrisa hecha magia que se viene gestando.
Menguante, abrazando a la noche con todas sus fuerzas,
luna llena que vas gestando un poema.
 
Creciente pequeña luna nueva,
vas abriendo las puertas del cielo con sus estrellas,
con cada verso, tus ojos y sus poemas.
 
Distante pareciera,
cercana a la tierra que te guarda en sus brazos
y todas las noches el cielo te viste de voces,
pequeña perla luna nueva.
 
Luna prosa te llena de letras,
para que sonría la niña de las mejillas encendidas de rosa.
Luna cuna de vientre,
para esa pequeña coneja de sonrisa silente.
 
Ella prosa a la tierra desde el cielo cargado de estelas,
la pequeña luna nueva.
Mientras llueven poemas en el vientre de luna llena.
Se arropan las nubes
abrazando la luz que va gestando a la estrella.
 
Asomándose muy tímida en las noches de luna nueva.
Bella, se hace dueña de la noche
y van rodeándola los versos,
blanca la pequeña luna perla.
 
Luna cargada de runas,
va caminando en las noches vacías de estrellas,
luna solo cierra los ojos cuando la sostienen los poemas.
 
Luna perla va atrayendo las rimas al cielo,
va en sus intentos ansiosos a querer abrazar a la tierra,
espera, aún gestas,
guarda tus besos borregos, aún no es hora luna nueva.
 
Ella, la perla brillante del cielo.
El sol de la noche que abraza los versos,
marea, dejaría de ser luna bella.
 
Extiende sus brazos buscando abrazar los bosques,
llenarlos de su roce si acaso,
los árboles necesitan de un beso de buenas noches.
 
Bella perla de luna,
derrama sus besos de noche a los bosques plateados de versos.
De rama luz en los árboles,
luna, pequeño diamante encantado.
 
Luna amaste la marea tanto,
que robaste sus ojos y con ellos vestiste tus ojos de noche.
Luna de ojos verdes de agua,
sabes a mar y salitre con drama.
 
Ella dejaría huellas si pisar la arena pudiera
y se conforma con abrazar la marea
dejando sus besos de estrella.
 
Bella y lista la pequeña luna coneja,
salta de la noche abrazar a su madre la tierra.
Se desprende, enciende las noches de verso y poema,
hace contar a los lobos,
fábulas y cuentos de las noches en que baja la luna
y se acerca por un abrazo.
 
La pequeña musa,
no es más que la luna gestante componiendo un poema.
Dulce y dilema,
que la noche desespera y urge de sus brazos.
 
Ser todas las noches,
por si ocaso luna pequeña llegara a correr a tus brazos.
Luna para la noche que viste su traje de gala,
le espera impaciente para cargarla en sus brazos y amarla.
 
Luna descalza que juega divertida a picar la marea,
se ríe coqueta, se sabe dueña de todos los ojos que la rodean.
Luna inquietante, pensante,
ella siempre planeando enseñar sus proezas.
 
Luna mago de conejos
que abandonan sombreros y se quedan con ella.
Luna dueña de todos mis cielos,
luna que llueve sus besos inquietos a mis ojos dormidos.
Luna llena eres de miles de gracias.
 
Luna noche que corre a sus brazos
y apaga las estrellas celosa que rodean al cielo con su encanto.
Por si ocaso marea,
luna siempre regresa a la tierra.
En las leyendas de luna,
ella viste Octubre con sus bellas pinturas de poema.
 
Farol de las noches obscuras,
llenas de luz a quien necesita tu abrazo pequeño y brillante.
Luna que viste ventanas de paisaje de cuentos,
de mamis y cunas,
luna que enciendes el cielo de noche para llegar a mi abrazo.
 
Lunas gemelas,
dos rostros de una misma musa escribiendo poemas.
Luna madre y luna vida gestante durante la noche que inverna.
Así mi luna pequeña, gestada con amor y engendrada con poemas
luna apremiante a la compañía de su padre la noche
que la llena de estrellas y compañía en cada fase,
donde ella va caminando despacio en compañía de su madre.

Silvia Carbonell L.