martes, 10 de julio de 2012

Ganadores del 12o Concurso #ConFábula

Les dimos esta imagen:


Y crearon un Tuit. Aquí están los ganadores.

Primer lugar:



Segundo lugar:



Tercer lugar:



¡Muchas felicidades! Acá pueden ver sus participaciones: Microcuentos de la madriguera

Abrazarte

Al mirar esta imagen solo pienso que debo abrazarte más. Más fuerte, más constante. Abrazarte toda la vida

Al sur

Una tarde desbordándose
entre mis manos,
una mirada habitando
dentro de la mía.

Una boca que me canta
cuando estoy dormida
unas manos que me tocan,
me inventan
a distancias que no reconozco.

Una palabra que se escribe
al sur,
al sur de mi cuerpo
al sur de mis ganas.

Un horizonte que se pinta
de cielo de Marzo,
y noches regándose
de azul mar profundo.

Es ahí donde te espero.

Y entonces te pude ver,
y entonces te pude inventar.

Moldearte con mis manos,
hacer de ti, un exquisito
capricho mío.

Así.

Dibujarte
como escultura con pies de
arena, que se desmorone en mi
piel
y una boca que me muerda las palabras.

Sabes, a todo lo que
quiero,
sabes a palabra
húmeda, que se escribe
mojándome de sed.

Me sabes a lluvia, mi cielo.


Alma E. Palma


Blanco y Negro

(I)
Tu forma de mirar tan directa
mi forma de querer tan sincera,
blanco y negro somos siempre
o hielo
o quema.

(II)
Vos tan blanco a veces, tan lineal.
Y tan negro mi suspiro, si te vas.
Tan opuestos siempre, tan normal
que el juego se nos vuelve literal.

Te muestro mi pureza, te asustás.
Te abrís de la coraza y tiemblo yo.
Sos blanco sin matices, tan formal,
¡no pintes tan oscura mi verdad!

y no se conocieron


se vieron fijamente. él vio sus labios queriendo entregar una sonrisa de alegría. ella vio sus ojos tímidos. el vinilo paseaba y paseaba y paseaba cadenciosamente con sus treinta y tres revoluciones. había química, ciento dieciocho elementos que se multiplicaban haciendo innumerables reacciones. (sus labios queriendo entregar una sonrisa. sus ojos tímidos.) a punto estaba de invitarla a sentarse junto a él. en aquel café —la puerta a otro mundo— él la iba a invitar, incluso le preguntaría su nombre y sus libros favoritos y sus anécdotas de infancia y su música y sería su todo que despierta sonriendo cada mañana. entonces la siguiente canción se reprodujo. y no se conocieron.

Aleluya

Parroquia de la Virgen de San Juan de los Lagos, Guadalupe, Nuevo León, México, 2012.

Te escribo

Hoy, después de dos años de ausencia; hoy, después de infinitas letras quemadas por el frío de tu indiferencia; de versos raquíticos que yacen en el cubo de los desperdicios, junto con las cenizas de tus fotografías.

Hoy, después de haber derramado hasta la última gota de agua salada del océano que dentro de mis ojos existía; después de rasgar con mis uñas el pecho, que aprisionado tenía tu recuerdo, dentro de mi corazón.

Hoy, después de haber vendido en rebaja toda la inspiración que por ti guardaba en esta decena de dedos enjutos y desgastados por el humo del tabaco; después de entregarme, como puta, a la mejor postora, pues ni los “ánimo, amigo” de mis allegados lograba mitigar el dolor producido por las llagas que dejaste en mi alma.

Hoy, después de haber jurado no mirar a otra mujer, no besar a otra mujer, no tocar, lamer, escuchar, pensar, imaginar, acariciar, amar… A nadie más que no fueras tú.

Te escribo, hoy, antes de comenzar a llorar tinta y derramarla sobre todas tus cartas, que aún conservo; antes de aprisionar, nuevamente, a mi corazón, dentro de un baúl de cristal, esperando a que alguien, sea quien sea, se apiade y lo tire a la basura, de donde nunca debió salir, pues yo soy incapaz y cobarde, ya que tu recuerdo sigue ahí, muy bien guardado; antes de arrancarme los ojos con la lengua, misma lengua que te hirió tantas veces, mismos ojos que no se opusieron; antes de joder lo que resta de mi miserable existencia, de mi efímero existir; antes de pedirte un último favor… No que vuelvas, no, pues nunca te fuiste; sino que me dejes volver.



K.

Joel Estrada Nava
@JenEnav
http://jenenav.tumblr.com/ y http://jenenav.blogspot.mx/

Hoy suena la ciudad

Hoy suena la ciudad y se espanta el silencioso amanecer con los acordes de un sol que nunca aprendió a escuchar; se resbalan los agujeros en las calles por la brisa y su soledad.

Se estremecen las semillas de la llovizna como muriendo de sed, pasaron otoños sin hojas secas, fue un otoño primaveral.
Llegó el frío vestido de noche, y entre el aguacero y el invierno están tus ojos, desafiando al sol.

Está lo vivido del universo, en tus ojos se respira el olor del mundo y su sabor agridulce, habitan los fantasmas de una canción sin ritmo, habitamos dentro de tus ojos todos los que amamos amar.

Y entonces pasó la vida, como película sin fin, dando hincapié en recuerdos gloriosos y pasaron finales como principios; a fin de cuentas si el principio acaba en final, el final siempre será final aunque no haya principio.

Y quedó la noche como desnuda, se fueron las estrellas, se miraba frente al mar como apenada con los peces y tan libre como ave que aprende a forjar su vuelo.

Todo eso paso, en el instante eterno donde se desvanecen tus ojos para volver a nacer, donde pestañeas como abriendo y cerrando las puertas del infierno, como si en tu silencio gritara el abismo.

Giu Pironi
@gpironi

Corazón

Me quedé en lo que se va, entonces el afuera de un pecho infinito; ni lo que se desborda ni lo que se contiene, sino la grieta misma.

Un marco vacío, una piedra abierta por donde pasa el viento. El bombeo constante de un adentro que se abisma. Las calles de un pecho por donde transita un gentío a diario y nadie se queda, sólo lo constante de lo pasajero permanece. El caminar del pasado: la ida llena de patios donde el futuro es el gran portero que no deja asomarse a lo que viene. En ese desierto entre el pecho y la espalda, una espada congénita que se desgrana.

Así el corazón lleva al muerto puertas adentro, pasando por un cementerio donde la llave cuelga y palpita, palpita con los pasos de lo que no se detiene incluso cuando no se está, incluso cuando el cuerpo se queda ido como la sombra de un árbol quieto y caudaloso, como la corriente en las urbes violentas del silencio cuando se calla.

Ese caminar entre reflejos, calles y voces que llevan a los cuartos que callan los espejos tras el pecho.

Alexander Gnomo
@Ggnolex

Extranjera

Decidí quedarme, aunque fuese extranjera, aunque esta ciudad no fuese mía. Nunca hubo oportunidad, no podía evitarlo: me enamoré. Me enamoré de una ciudad a la que llegué sin darme cuenta y de la que ya no quiero salir. Me enamoré de ti porque tú eres ciudad y yo soy extranjera en tu cuerpo. Aprendí tu lengua, visité tus calles y sentí tus besos. Me perdí en tus recovecos y me encontré a mí misma. Así, poco a poco, me entregué a una ciudad que no es la mía. Así, sin previo aviso, me hice tuya.


Carla Patiño
@intelectuaIoide

Dolor

El Cristal

Ella mira el cristal, no hay nada afuera de la ventana, nada que le llame la atención al menos; el mundo girando por leyes cósmicas que no comprende del todo; mala gente disfrazada de buena gente, y viceversa; alguien que acaba de romper una ilusión, y alguien más que acaba de ver nacer una; ¿a quién le importan esas cosas?, si mira el cristal y no puede ver más allá, porque más acá tampoco consigue verse.
Él también mira el cristal, la ventana es apenas una muestra y él ambiciona todo lo que haya afuera; el mundo es su plato preferido, y quiere comerlo a mordiscos grandes, saciarse entero y volver a empezar una y otra vez, como sino existiera ningún: basta; ¿a quién puede importarle otra cosa?, si la ventana invita, y él ya puede verse como su huésped favorito.
Ella piensa en él y enciende un cigarrillo; hace horas que lo piensa y no logra moverse del sillón, frente a la ventana, encerrada hacia afuera; sabe que debería cerrar los ojos y descansar, pero el insomnio es su aliado y la sabe llorar mejor que nadie.
Él piensa en ella y apaga la luz; hace horas que debió llamarla y no logra entender por qué promete lo que luego no sabe cumplir, pero sólo puede pensar en dormir un rato, hasta que se se inicie el juego que mejor sabe jugar: cabalgar la noche sin montura y sin caerse; la misma noche que es su aliada y lo entiende como nadie más.
Ella llora porque ya no quiere soñarlo.
Él sueña que ya no sabe hacerla reír.

Silencio

Disfrazo una pared
con tu silencio
¿Oyes? está gritando

Sube

El cielo también se cree verde
cuando mira hacia abajo
y se ve tan árbol, tan bosque, tan vivo.
@mariana_aran

Cerca y Lejos

Cerca, nadie nos mira
(Sé que lo sientes)
Lejos, alguien nos cuida