martes, 12 de junio de 2012

Remar o no remar







Hay que prepararse para remar a contracorriente, pero también hay que aprender a disfrutar del cauce de las aguas.

Imaginé



 Imaginé que eras la roca que se agita erosionada. Que mi boca es un golpe de agua. Que mis manos contienen tu atardecer. Y que sucedes.
@Elecktrapink

Cenizas

Sembré cenizas en mi patio y creció un árbol de pasado. A veces caen los recuerdos, cuando están maduros.

Cúlmen



Desear, soñar, buscar, la máxima vivencia o experiencia de mi vida.
Es así como pasan los días, meses, años y años.
¡Qué ilusa!
Hoy me doy cuenta que desde el primer día de mi vida alcancé el punto más alto.
Le llamo MAMÁ, ¿O puede haber algo más fuerte?


Mariela Villalvazo.
@cafecalientito

El otoño, las mareas y mi té con canela

Juegan esta madrugada
la cuchara y mi té con canela
me detengo a mirar la taza
el girar de las mareas...
despierta el frío una vez más
con mi desvelo casi corriente
los silencios de mi casa...se parecen a mí
verdaderos porque duelen.

Un otoño hecho invierno
cuatro de Junio a quien te pareces?
te ví en los ojos de un adolescente
que pretendía una sonrisa mía
sólo, para sentirse alegre

Te ví y no me animaba a verte
cuatro de Junio a quien te pareces?
pretendías un beso sin pedirlo
porque tu niñez estaba al filo de la muerte
jugábamos una amistad verdadera
o no nos dimos cuenta?
claro está, que por tontos y cobardes.

cuatro de Junio a quien te pareces?
volviste a mí como obligación del destino
diez otoños más tarde...
con los mismos ojos, dulce miel
tan iguales a los mios
quebranto del silencio!
una verdadera tempestad de versos
que andaban escondidos.

cuatro de Junio a quien te pareces?
llegaste al fin como un suspiro
imponente, furioso...
desafiando aquellos caminos esquivos
el ángel que nos vió, aún sorprendido
siendo testigo!
subió a los cielos con sus piruetas
sin poder creer, como podía ser pecado?
aquel beso tan bonito!
tus labios frustrados...
encontrando lo perfecto y genuino
tus labios y mis labios
pasión que tus versos no habían escrito
tus labios y mis labios
melosos, perpetuos...
se conocían desde siempre
solo les faltaba lo efímero
algo tan simple y verdadero como un beso bonito.

cuatro de Junio a quien te pareces?
vienes y vas como las mareas
de mi taza de té con canela
yo hubiera sido aquel pájaro
como cuenta la leyenda
hubiese elevado mi canto
y clavarme en la espina que más hiera
porque amarte así siempre valió la pena.


Tati
@m_maraia
http://matildeyelmago.blogspot.com

El hombre de los ojos tristes

Lo puedes reconocer, el hombre de andar distraído, atraviesa las calles con pasos sin rumbo, acostumbrado a una convivencia rutinaria con un par de mujeres a quien nadie invita a su vida: Amargura y Soledad.

Las compañeras del naufragio, el momento elegido para ocultar todo atisbo de poseer un alma. El tesoro oculto detrás de una mirada.

Si. Es el hombre de ojos tristes.

En sus bolsillos siempre guarda un pequeño corazón, rojo intenso, el que pule cada noche, hasta el momento en que decida correr el riesgo de entregarlo a Ella, la mujer con quien sueña…

El hombre de ojos tristes

Entre sus letras oculta un ¿Dónde estás?

En cada noche sueña con todas esas locuras que guarda para vivirlas con una mujer de ojos grandes y el secreto de la Eternidad en sus labios

El hombre de ojos tristes se descubre con una sonrisa, al sentir las caricias de una musa sin rostro, de un amor sin nombre….de un alma gemela con fuego en el corazón…

El hombre de los ojos tristes escucha de nuevo los susurros de su alma:

“Ella existe”

Por fin, un brillo ilumina su mirada.

Fernanda Acosta
@MrShazan
http://sincroniasyletras.tumblr.com/

Su ombligo

Llegar a su ombligo, hacerme el inquilino donde aquel mar poroso rodea esa isla hueca. Un espiral donde me hago diminuto y me siento a orillas del oleaje donde su nombre, su casa y mis calles se confunden, se funden en el camino curvo que desciende y me eleva. Su caracol de zona media, su medio ido donde me quedo siempre, tú, nombre de lo que se enraíza y libre encierro, planeas en lo que callas siendo el más violento silencio de los rincones cuando soy apenas una esquina; porque todo lo que de ti quiero está en la noche y la noche lo es todo.

Alexander Gnomo
@Ggnolex
http://gnozareno.blogspot.com/

La sal


La sal roba sabor,
la sed se da, mar ama, lo sé.
La salé, la sed no decides, eso lo sé.

Ola relato total era,
llenó cada mar a mí rareza fiel.
Sé, así rímalas.

A la sal acá mírala.
Sal, allá con ese son úneme.
Todo tan ella, dona eco al río, es ola, lo sé.

La sal ama a la sal, a la mar ámala.
Ama, es arena musa y la sala.
Era paisaje, tócalo, eso lo sé, Sol, es raro llorar.

Ola arte leyó:
“Ese mar amé, se oye letra al orar o llorar.
Sé, lo sé, sólo sé.”

Ola coteja sí aparea la sal y a su manera se ama a la mar, ámala.
La sala, ama.
La sal es ola, lo sé, oírla.

Océano da, llena todo.
Temen unos,
ese no calla, la sala.

Rima calas a la sal, a mí risa es.
Leí, faz era rimar,
amada con ella relato total era, lo es o lo sé.

Se dice donde sale la sal.
Es ola, mar ama desde sal, roba sabor la sal.
La sal.

Pepe Aguilar Alcántara
@PepeAA

G.



     Cuando vi la foto en el diario me quedé sin aliento. ¿Era él? ¿Eran sus restos? ¿Eran sus ojos sin la mirada perdida? ¿Eran sus miembros sin el andar en el que me reconocía? Si pudiera ver su espalda. Si pudiera reconocer la infame manzana estaría seguro. Así sabría qué fue de G., y de nuestras idas y venidas. 


 Foto: “Carroña” por  Alejandro Burgos
 Texto: Rubén Ochoa


Sólo quedan (recuerda)


Del frío y otros disfraces que usa la ausencia
Del grito que nadie escucha cuando cae una hoja muerta
Del sabor de un porqué golpeando la puerta
Del dolor de un tal vez que murió de impaciencia
De las mil y una palabras que son poco más que arena
Del niño que murió ahogado en su sed de poeta
Y Del color de los ojos que ya no te nombran, solo quedan
Las cenizas y una que otra palabra sincera.


Rubén Ochoa



Mis ojos

Te gustan mis ojos,  porque sabes que se llenan de un brillo indescriptible en tu presencia.


@AngieBel_lo

barquito

sos el barquito de papel que desafía la tempestad.
 
sos.

El amor es cruel

Braceros somos

Braceros, San Francisco, 1950.
El segundo de derecha a izquierda, mi abuelo Manuel.

Si pudiera

Si pudiera
dormiría sobre tu pecho,
al arrullo de tus latidos.
Cerraría los ojos
en la confianza de que
al abrirlos por la mañana,
encontraría los tuyos.
Dejaría que el sueño
llegara lentamente,
mientras saboreo
el aroma de tu piel.
Sentiría mi cuerpo
relajarse poco a poco,
sintiéndome segura
cerca de tu calidez.
Me entregaría al sueño
sabiendo que ahí
también nos encontraremos.
Descansaría mis manos aguerridas
sobre tu piel serena,
dejando aparte
las batallas perdidas.
Si pudiera dormiría.
Pero no puedo.

Sueños vivos

El sueño que mejor se cumple, es el que menos se sueña y más se vive.

Río de Janeiro con tormenta

Diario de viaje:
Es extraño ver playa de Ipanema tan solitaria en la mañana. Cae una lluvia tropical y yo escucho en silencio romper las olas desde el balcón. Estoy de viaje, recién amanece y ya me siento anónima en el paisaje. Tal vez porque si no es mi suelo, el cielo siempre me parece ajeno. Tal vez porque si no es mi tierra, me siento que del todo no soy yo.

Deberías probar

Deberías probar una vida
que sea tan tuya,
que te incluya
sin excluirme a mí.

Deberías probar un te quiero
que al ser pronunciado
no sientas que te ate
ni me anude a mí.

Deberías probar con un sueño
que sea tan nuestro,
que no se divida
con un despertar.

Deberías dejar de cuidarme,
si el modo que usas
lastima más hondo
porque no es amar.

La Excusa

Esa noche prendí un cigarrillo mientras tomaba el último café. Miré la hoja en blanco y como siempre pensé: “No se te ocurre nada”, y volví a sentir la punzada en el pánico de escritor. Es que no escribía, y no escribía hacía rato ya; dos meses, seguramente. El aguijón del miedo me hacía sudar los dedos al pararme frente a la hoja, una y otra vez. Si no volvía a escribir, parecía el temor más grande. Si ya no sabía qué escribir, era el terror real. Pasaban los minutos y nada, blanco, cero, ninguna esperanza. Entonces sucedió ESO. Vi letras en la hoja sin haber tecleado ni una. Leí un texto que se armaba frente a mis ojos y no era mío. Pero estaba solamente yo frente a la hoja. El relato era bueno, me costaba admitirlo, pero lo firmé. Nunca confesé el plagio, porque desconozco al autor real.

-.-

Nota: Dedicado a todos los anónimos que toman como propias las letras ajenas. En twitter, en facebook, en un blog, una revista y en la vida.

La puerta misteriosa


Ana R.


Descripción de un alma desnuda


Cuando se escribe, el alma expone demasiado.. No puedes evitar entregar pedazos tuyos enterrados en las letras..
 El alma se me ha quedado vacia y el corazón seco, ahora viven en las letras q escribo…
Lejos de mi cuerpo inerte q necesita un respiro… (sin embargo lejos de mi, describo..)

Soy alma errante que está y no existe a los ojos humanos,
soy alma de besos robados a la noche,
soy alma de Luna, alma cosida a mil experiencias.

Soy alma de nube,
alma de cielo y estrellas,
alma de ocaso perdido en el mar de mis suspiros lejanos.

Soy alma de noches de insomnio cansado, 
de plumas gastadas, de letras robadas,
de llantos de almohada.

Soy el alma de besos perdidos,
jamás entregados que se fueron secando.

Alma de hojas de viento que tocan las pieles,
soy alma de roca húmeda
que posan los pies descalzos oliendo a musgo mojado.

Soy alma de pensamientos profundos,
de palabras no dichas y libros empastados de sueños.
alma de los silencios que callan por amor y agonizan.

Soy alma libre que elige vivir un amor en privado,
prisionera de mis palabras guardadas,
y complice de mi piel que se eriza con su solo contacto.

Soy un alma viajera de sueños,
pintando universos y abrazando planetas.
un alma que canta al océano,
degusta su espuma, y nada en sus dudas.

Soy un alma que duerme en las pausas,
que cuenta borregos en las noches cansadas.  
un alma guardiana que acaricia en sueños,
y conforta en pesadillas. 

Un alma que guarda las memorias,
que pule los recuerdos y se viste de plata.
un alma que llegada las noches,
ahoga suspiros y bebe sus propias lágrimas.

Silvia Carbonell L.