martes, 29 de mayo de 2012

No pertenezco a ningún partido y trabajo en el gobierno.


Afortunado me siento de estar en un grupo de trabajo que no tranza por avanzar (hasta donde sé) y que la institución e la que estoy pareciera estar comprometida con su labor real con el pueblo mexicano y al mismo tiempo realiza "pequeñas" contribuciones a sus bolsillos (casi me consta).

Sin embargo no entiendo la razón de la política mexicana, esa energía impresionante, ese movimiento de masas por dinero y poder, esas ganas de "si yo no puedo, quiero que tampoco puedas", ¡esas ganas de joder al otro chinga!

Quezque "defendiendo el voto" vamos a partirles la madre a los otros, no mamen, mientras los de abajo se rompen la madre, los de arriba se van a tomar café y hacen acuerdos pa´ver de a cómo les van a tocar los distritos, delegaciones, estados y presidencia.

Neta, no creo en ningún partido ni en ningún candidato, no creo en la política mexicana ni en su defensa de la democracia por los funcionarios públicos que parecen funcionarios privados. Creo en las manifestaciones sociales, en las marchas organizadas por la sociedad civil, creo en mis ojos y en mis recuerdos, en el miedo que le veo a la gente cuando sale a la calle a TODAS horas, creo que sí es necesario un cambio, pero no entre políticos, un cambio social, un cambio de fondo a éste país.

¿Qué hago? Participo, me informo, pregunto hasta lo más obvio y trato de analizar objetivamente, y además decido decidir o no decidir por quien votar, pero votar. Porque el que ellos hayan sido elegidos por su partido no significa que me representen, sino que son la mejor opción de su partido para ganar la presidencia o el 2% de las votaciones para que el partido siga, por ende también puedo decidir que no me representan, que no quiero a ninguno de ellos porque no son lo que ellos dicen, porque mienten, imponen, son tranzas, roban, engañan y además porque no están dispuestos a meter as manos y a chingarse el lomo por realmente mejorar el país.

Hubo un tiempo en el que anduve de pata de perro en el Edo. Mex. y puro miedo dan sus calles sin pavimentar, sus 3 narco-tienditas por calle, sus policías ausentes que sólo pasan por la "renta", recuerdo las devaluaciones del peso y la caída de mi economía familiar, recuerdo las razones de hace 10 años para salir acompañado a la calle: Para que te ayuden a cruzar la calle, para que no te canses con las cosas que vas a traer, para que no te pierdas; Ahora las razones se han pervertido: para que no te roben, para que no te pase nada, para que no vean que vas sólo. ¡Chinga! No estamos solos, somos un chingo de cabrones sin huevos y dispuesto a elegir al menos peor.

Hasta ahora decido no votar por ninguno, pero votar, hasta que al menos quede convencido de uno realmente y participar, dialogar, aprender, estudiar, y andar de metiche pa' saber directamente la información.


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