martes, 21 de febrero de 2012

Aroma azul



Unos ojos que se abren infinitos
en ellos habitan mil demonios, 
carcomen, muerden, corroen.


Aún así me invento
al desbordarme en esos ojos
y mirarte con la sonrisa cambiante,
palideciendo de a poco.


Sabiéndose necesidad y agonía.


Con la boca mustia murmurando deseos gastados
y la lengua siseando, probando el aroma.


Aroma azul, muy tuyo.


Eres la ciudad de calles abiertas, 
un espejo de miradas ausentes
una caricia dormida,
un bolsillo lleno de ansias. 


Un temblor que me conoce.


Y es que habría de ser la noche
que se cierne sobre ti,
y es que ella te abraza sin que puedas evitarlo,
te llena de oscuridad.


Es tenerte.

Alma E. Palma 


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